La teología del pueblo y su papel en el Camino Sinodal en Alemania ¿La Iglesia como 'Societas Jesu'?

Camino Sinodal alemán
Camino Sinodal alemán SW

"La sinodalidad es el mejor remedio contra el clericalismo. Tanto contra el clericalismo de los sacerdotes como contra el de los laicos y laicas y, por cierto, también contra el de los profesores y profesoras de teología, porque también hay un clericalismo académico"

"Es importante encontrar aliados por la causa de Jesús y así también ganar nueva credibilidad mediante un valiente proceso de autoconversión eclesial, porque los que se alejan de la Iglesia se enfrentan a las patologías de su propio camino interior, y los que se quedan dentro corren el peligro de hundirse en estas patologías"

Al Camino Sinodal en Alemania le ha faltado asumir con suficiente fuerza el llamado que hiciera el Papa Francisco en la carta: "Al Pueblo de Dios en Alemania" (2019). Su petición de dar primacía a la evangelización habría dado un marco general orientador, explicitando que la reforma de la Iglesia es un acto de autoevangelización movido por Jesús. Esto significa escuchar también a las víctimas de las asimetrías del poder eclesiástico (incluidos los abusos sexuales) y emprender un camino común ("syn-hodos") de conversión en el espíritu de Jesús. 

Remedios contra el clericalismo 

Una Iglesia clericalista que no protege a las víctimas, sino a los autores de abusos, obstaculiza enormemente su propia misión de salvación en el mundo. Sin este contexto de crisis no se comprende el Camino Sinodal alemán, porque el miedo a abordar las causas sistémicas de los abusos fue el origen de este proceso

Los 230 delegados del Camino Sinodal se reúnen en Fráncfort
Los 230 delegados del Camino Sinodal se reúnen en Fráncfort Synodaler Weg

La sinodalidad es el mejor remedio contra el clericalismo. Tanto contra el clericalismo de los sacerdotes como contra el de los laicos y laicas y, por cierto, también contra el de los profesores y profesoras de teología, porque también hay un clericalismo académico si se distancian de las teologías cotidianas del pueblo en vez de buscar el diálogo con él en pie de igualdad. Lo único que ayuda contra esto es salir, formar asociaciones, aprender a trabajar juntos. Incluso, en Alemania ha existido un campo de investigación teológica independiente llamado Leutetheologie, algo así como la teología del pueblo.

Abierto por dentro y por fuera 

Una teología verdaderamente sinodal es como una Iglesia verdaderamente sinodal, es decir, una comunidad que busca ser fiel al discipulado. Una 'Societas Jesu' en el sentido más auténtico de la palabra, que, en el doble movimiento del Concilio Vaticano II, no sólo se entiende a sí misma inclusivamente hacia dentro (Ecclesa ad intra), sino que también se abre hacia fuera (Ecclesia ad extra) y sale al encuentro de todas las personas de buena voluntad. Es importante encontrar aliados por la causa de Jesús y así también ganar nueva credibilidad mediante un valiente proceso de autoconversión eclesial, porque los que se alejan de la Iglesia se enfrentan a las patologías de su propio camino interior, y los que se quedan dentro corren el peligro de hundirse en estas patologías. Por la mañana en la panadería, por la tarde en el consejo parroquial 

En Alemania, así como en muchos otros lugares de la Iglesia universal, las voces de todo el pueblo de Dios comparten el anhelo de una comunidad eclesial más inclusiva y abierta. Este anhelo se puede oír todos los días. Por la mañana en la panadería y en los colegios; por la tarde, a la hora de comer con amigos y amigas, o en el deporte; por la noche, en las reuniones de los consejos parroquiales.

Un delegado del Camino Sinodal
Un delegado del Camino Sinodal Synodaler Weg

Innumerables debates y encuentros diocesanos, así como estudios empíricos que se han realizado en Alemania, se han referido en las últimas décadas a esta Leutetheologie —o teología del pueblo—. También a lo largo del Camino Sinodal alemán, cuyo trabajo principal de escucha y discernimiento —similar al Concilio Vaticano II con sus comisiones—, ha salido a la luz este anhelo sentido por gran parte del pueblo de Dios en Alemania y en otros lugares del mundo. Aún cuando esto no se realizó de un modo pleno o extenso, se hizo sentir en los cuatro llamados "foros temáticos" (¡qué palabra tan terriblemente seca y típicamente alemana!).

Tribalización en el pueblo de Dios 

La inmensa mayoría de los católicos alemanes comparten también la voluntad sinodal de escucharse cada vez más unos a otros y, en ello también escuchar a la voz del Espíritu. Se quiere escuchar las diferencias y situar lo que se escucha una y otra vez en el horizonte infinito de un Dios cada vez más grande: Deus semper maior. Esto requiere una capacidad espiritual de autodiferencia reflexiva, que no todos tienen. Especialmente resulta más difícil a los católicos muy tradicionales que no están acostumbrados a la práctica de la escucha. Por eso, también en Alemania existe una tribalización asimétrica de las doce tribus del pueblo de Dios, con una disposición a la autorrelativización sinodal que no es igual en todas partes. 

Mediación en conflictos sinodales 

Una minoría radicalizada (también de obispos) no está dispuesta a seguir este camino común. Siempre y en todas partes hay católicos (y obispos) con los que simplemente es muy difícil hablar. Y, al mismo tiempo, también los hay con los que sencillamente no se puede hablar. Al menos con los primeros es importante buscar el diálogo. Con los segundos, por desgracia, sólo es posible hasta cierto punto. Es como la mediación en los conflictos. No se trata del mejor argumento teológico, sino de entrar en contacto personal con el otro y la otra, escuchar las historias que hay detrás de las posturas y los argumentos, y mirar a la hermana o al hermano a la cara con el corazón abierto.

Papa Francisco
Papa Francisco

Francisco, un sabio jugador de ajedrez

El papa Francisco se parece a un jugador de ajedrez que siempre está pensando en la penúltima jugada con gran inteligencia. Quiere cambiar mucho más que "sólo" ciertas decisiones de la Iglesia. Quiere cambiar la "manera de proceder" y el modo en que se elaboran y producen las decisiones. Le preocupa mucho más que hacer una "simple" reforma superficial de la Iglesia. Se trata de emprender un camino de conversión pastoral, de una autoevangelización eclesial que nos lleve a todos y a todas, una y otra vez, al camino del discipulado misionero. Sólo entonces podrán otras personas escuchar la voz de Jesús que les llama a una vida arriesgada, pero hermosa y rica en abundancia.

No debemos dejar solo al Papa en esto: ¡atrevámonos a emprender el camino del discipulado misionero!

Christian Bauer*

Westfälische Wilhelms-Universität Münster Institut für Religionspädagogik und Pastoraltheologie

Info: https://www.uni-muenster.de/FB2/personen/IRpP/bauer.html

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