Me gusta, cada mañana, subir a mi "Facebook" el Evangelio de cada día con un breve comentario. Hoy me sorprendió, como siempre hace el Evangelio, esa condena tajante que Jesús dirige a los escribas y fariseos en forma de “ayes”. Y pensé qué diría Jesús hoy a los hombres y mujeres de iglesia de nuestros días y a mí mismo.

 He hecho un discurso de traslación, de atrevimiento  y de “Género literario” para imaginar cuál sería el discurso de Jesús en el día de hoy, para ver si puede despertar alguna conciencia dormida y ponernos en discernimiento tan necesario en los tiempos que vivimos. Perdonad el atrevimiento. El discurso no es de Jesús, es mío.

 “Ayes o malaventuranzas para el presente que vivimos”

1.-  “Ay  de los pastores, revestidos de clericalismo, que echan de la comunidad a los que no piensan como ellos y han hecho de la casa de Dios su lugar de mando, negocio y poder para después lamentarse  de que los fieles sean cada día menos y sus bancos estén vacíos”

2.- “Ay de los sacerdotes que viven dobles vidas, pensando que la comunidad no lo sabe y se justifican con la misericordia infinita de Dios”

3.- “Ay de los obispos y cardenales trepas que no ocultan su oposición a las reformas del sucesor de Pedro y ya se organizan para preparar una sucesión al papa Francisco que mantenga sus intereses y sus privilegios”

4.- “Ay de los teólogos que se han convertido en aduladores del poder y solo piensan en vender libros, cobrar sus derechos  y estar en el candelero”

5.- “Ay de los laicos que se han clericalizado para obtener ventajas de cualquier tipo y actúan en la comunidad como verdaderos dictadores, con la disculpa de que es la voluntad del cura”

6.- “Ay de las Conferencias Episcopales que guardan silencio y se hacen tibias antes las injusticias  fragantes y ante las actuaciones de los políticos que van contra los derechos de los más pequeños a cambio de votos, para evitar que el gobierno les retire las cuantiosas subvenciones, que reciben cada año”

7.- “Ay de los nostálgicos que quieren hacer de la iglesia una institución arcaica y prehistórica, porque son incapaces de afrontar con audacia los signos de los tiempos, anclados en una mirada nostálgica y política”

8.- “Ay de las mujeres , que se quejan de estar discriminadas, pero no se organizan y luchan suficientemente para  conseguir sus derechos en la iglesia, que no son menores a los de ningún hombre porque Dios nos ama a todos igual, más allá del sexo y de cualquier otra condición y prefieren vivir en la iglesia como criadas"

9- “Ay de la vida consagrada, más preocupada de mantener sus instituciones que sus carismas, pero sin preocuparse lo más mínimo de buscar, dentro de ella, las causas que originan esta preocupante ausencia de vocaciones, la desafección y pérdida de pertenencia de algunos de los que están dentro y acaban marchándose”

10.- "Ay de las consagradas que dedican su vida a ser criadas de curas y obispos, renunciando a sus carismas, y domesticándose, en un servicio a la iglesia mal entendido, que se lo niegan a los pobres"

11.- “Ay de los pederastas a los que más les valdría no haber nacido”

12.-  “Ay de los legalistas que ponen la ley por encima de las personas y juzgan , clasifican, etiquetan y expulsan a los diferentes”

13.- "Ay de los provinciales, agarrados al poder que tratan con menosprecio y sin diálogo a sus hermanos y practican el amiguismo para que puedan ser reelegidos"

14.- "Ay  de los jóvenes, que hablan de lo mal que está la iglesia, que tienen muchas teorías que explican esta situación, pero después tienen tiempo para todo menos para comprometerse en crecer en la fe y formarse y prepararse para ser testigos valientes y sin complejos."

15.- “Ay también de mí, que me escondo detrás de las palabras bonitas, pero no muevo ni  un dedo para hacer  de mi vida y de mi  iglesia, a la que amo, una realidad más de Jesús y de los pobres con muchas teorías muy bien elaboradas”