¿El obispo de Mallorca presentará recurso contra la sentencia de las Jerónimas? Carta abierta al sr. Taltavull, obispo de Mallorca

Sebastià Taltavull, obispo de Mallorca
Sebastià Taltavull, obispo de Mallorca

"Cierre este capítulo con dignidad: Admita la sentencia, no la recurra, y pida perdón a las Jerónimas. Céntrese en las verdaderas prioridades pastorales, que es lo verdaderamente urgente, y no se adentre en esta nueva confrontación"

"Las monjas jerónimas, que son mujeres de gran valía humana y espiritual, pero jamás mujeres sumisas, seguirán rezando por usted, porque su vocación está por encima de intereses materiales. Las conozco muy bien. No siga haciéndolas sufrir con sus artimañas ya puestas en evidencia"

Señor obispo:

Mis saludos cordiales como cristiano y como consagrado y sacerdote. Desde el espíritu   sinodal al que nos invita el Papa, para no callarnos, sino para aportar aquello que pensamos sobre el camino de nuestra Iglesia, me atrevo hoy a opinar.

Me están llegando comentarios muy negativos sobre su gestión como obispo de Mallorca, incluso de aquellos que habían puesto muchas esperanzas en usted, una vez que llegó como administrador apostólico para dejar atrás la sombra alargada del obispo Salinas, tan conocido que hasta la televisión llegó a emitir un programa sobre él donde no aparecieron, precisamente, sus virtudes.

El entonces obispo de Mallorca, Javier Salinas, con las monjas jerónimas
El entonces obispo de Mallorca, Javier Salinas, con las monjas jerónimas

La sombra de aquel obispo es ahora usted, su sucesor. Una sombra que se hace más alargada cada día que pasa, porque ha querido seguir en la misma línea manteniendo la fraudulenta inmatriculación del convento de Santa Isabel de las Jerónimas de Palma de Mallorca, que ahora la justicia ha dejado clara con su sentencia: la propiedad es de las jerónimas en contra de lo que defendía usted, sus consejeros y sus letrados. Todos ellos, por cierto, y, utilizando palabras benevolentes, por lo menos, muy mal informados.

Parece que usted quiere recurrir la sentencia y está en su derecho, aunque lo tiene realmente difícil porque no ha conseguido desmentir ni una sola de las muchas pruebas de propiedad que las monjas jerónimas han presentado, a través de su Letrada, y de los testimonios e informes periciales de expertos en la materia que se han pronunciado de manera clara contundente.

"Ahórrese un nuevo ridículo para usted"

Me pregunto, y le pregunto, si no tiene otra cosa más importante que hacer que mantener litigios que sólo van a traer más desprestigio y dispendios económicos a su diócesis, con tan mala suerte en sus pastores desde hace tiempo. Ahórrese este trámite inútil, y un nuevo ridículo para usted y para la diócesis.

Me pregunto qué es lo que le mantiene en sus trece. ¿Será que próximo a jubilarse en unos pocos meses (enero de 2023) prefiere alargar la agonía, irse de rositas y reservarle la patata caliente a su sucesor? Es decir, ¿es que quiere usted recurrir, para ganar unos meses y que reciba otro el varapalo de una sentencia confirmatoria de la que ya ha recibido usted por consecuencia de su mal hacer, y que habrá recurrido sin fundamento  ni razón? ¿Es que quiere apuntar una inmerecida derrota a su sucesor, antes de que empiece su mandato como obispo, y que tenga que asumir las consecuencias de esta calamidad jurídica que usted defiende? ¿O es que quiere ganar tiempo para que parezca que ha sido otro y no usted quien habrá dejado en la bancarrota a la Diócesis, con todos los gastos que, como dice la Sentencia, habrá de pagar con los incrementos adicionales de la apelación que usted anuncia? Créame, Sr. Obispo, ya que se encuentra en la recta final de su mandato. 

Jerónimas en Mallorca
Jerónimas en Mallorca Alejandro Fernández Barrajón

Cierre este capítulo con dignidad: Admita la sentencia, no la recurra, y pida perdón a las Jerónimas. Céntrese en las verdaderas prioridades pastorales, que es lo verdaderamente urgente, y no se adentre en esta nueva confrontación. Se lo digo antes de que suceda, para que luego no nos diga que no le avisamos. Sería un signo de humildad y de acatamiento de la justicia, que pondría algo de dignidad a su salida como Obispo de Mallorca.

Y le digo más, Sr. Taltavull: sería lo más conveniente, al mismo tiempo, solicitar ya   mismo su renuncia ante el Santo Padre, y no esperar al mes de enero en que cumple usted los 75. Si les pedimos eso mismo a los políticos que no hacen las cosas bien, ¿no deberían los obispos dar ejemplo y hacer lo mismo? ¡Qué difícil es que un obispo presente su renuncia cuando algo no hace bien! Y no todos lo hacen siempre bien, eso es evidente. Hay muchos casos a lo largo de la geografía española, que todos conocemos, que son auténticos escándalos. Recuerdo aquel que nos pedía dinero a los provinciales en Andalucía, cuando yo lo era, porque su diócesis estaba en bancarrota y los consagrados -decía- también somos iglesia local y teníamos que contribuir a la causa. ¡Muy espabilado el mitrado! Éramos iglesia solo para lo que le interesaba, pero ni siquiera se dignaba después recibir a nuestros superiores mayores.

Las monjas jerónimas, que son mujeres de gran valía humana y espiritual, pero jamás mujeres sumisas, seguirán rezando por usted, porque su vocación está por encima de intereses materiales. Las conozco muy bien. No siga haciéndolas sufrir con sus artimañas ya puestas en evidencia.

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