La sinodalidad del papa Francisco “Proyecto Global de Pastoral en México: Hacia el encuentro de Cristo Redentor”. (PGM)

Una iglesia que anuncia y construye la dignidad humana

El año 2033  quiere ser un tiempo especial y solemne en  el caminar de la iglesia mexicana. Se celebra el acontecimiento redentor de Cristo después de la llegada de la fe con los españoles, acompañada de la conquista, con sus luces y sus sombras como ha sucedido en todas las conquistas  de la historia.

En un documento de 68 páginas, los 125 obispos participantes,  reunidos en Ciudad de México, ofrecen una interesante reflexión, llena de realismo y de profetismo, con el fin de, no solo conmemorar el pasado cristiano, marcado por la llegada de la fe y por la aparición de la Virgen de Guadalupe en el Tepeyac en 1531, sino también para alentar y suscitar un compromiso más firme en el presente, de cara al futuro y preguntarse si  “como iglesia somos capaces de encontrar… alternativas económicas ajenas al sistema liberal de corrupción y explotación de los más desfavorecidos.”

Sin duda, la sombra o, mejor,  la luz,  del papa Francisco se atisba en todo su recorrido  en su deseo de promocionar la unidad y la colegialidad para hacer más operativas las estructuras eclesiales.

El proyecto se dirige hacia un objetivo irrenunciable: “Anhelamos y queremos ser una iglesia que anuncia y construye la dignidad humana, comprometida con la paz y las causas sociales, renovando nuestra acción misionera y evangelizadora, para ser testigos compasivos de la misericordia de Dios”

El documento tiene tres grandes claves que vertebran el Proyecto:

Comienza haciendo una lectura actual de la realidad que nos toca vivir para avanzar hacia el centro esencial que no puede ser otro que analizar la realidad socio-cultural que envuelve a la sociedad mexicana en este momento para culminar con la propuesta de descubrir a Dios en la persona de cada hombre, imagen de Dios.

Todo el documento va dirigido a potenciar la conversión de los hombres a esa fe recibida de los antepasados, cimentada en Cristo Redentor e iluminada por María de Guadalupe. Una conversión que debe comenzar por los propios pastores. “

El documento, en un principio, contó con la resistencia de algunos prelados, como siempre sucede, dentro de la gozosa pluralidad eclesial, pero al final prevaleció la línea del papa Francisco, que había subrayado en su discurso, en  febrero de 2016, en la catedral de México. La realidad actual necesita profetismo.

 Así me lo confirma mi hermano y buen amigo, fray Alfredo Quintero Campoy, O de M. del Equipo cercano y Secretario en la Oficina de Relaciones Institucionales del  cardenal Carlos Aguiar, primado de México, elegido por el papa en 2017 y sucesor del cardenal Norberto Rivera Carrera.  El papa, en aquel discurso a los obispos el día 13 de febrero de 2016,  llegó a expresar ideas como éstas: “La proporción del fenómeno, la complejidad de sus causas, la inmensidad de su extensión, como metástasis que devora, la gravedad de la violencia que disgrega y sus trastornadas conexiones, no nos consienten  a nosotros, Pastores de la iglesia, refugiarnos en condenas genéricas, sino que exigen un coraje profético y un serio y cualificado proyecto pastoral para contribuir, gradualmente, a entretejer aquella delicada red humana, sin la cual todos seríamos desde el inicio derrotados por tal insidiosa amenaza. Sólo comenzando por las familias; acercándonos y abrazando la periferia humana y existencial de los territorios desolados de nuestras ciudades, involucrando a las comunidades parroquiales, las escuelas, Las instituciones comunitarias, las comunidades políticas; las estructuras de seguridad; solo así se podrá liberar totalmente de las aguas en las cuales lamentablemente se ahogan tantas vidas, sea de quien muere como víctima, sea la de quien delante de Dios tendrá siempre las manos manchadas de sangre, aunque tenga los bolsillos llenos de dinero sórdido y la conciencia anestesiada”

 El documento tiene tres partes fundamentales:

  • 1) “Miremos la realidad como pueblo redimido por Jesucristo y amado de Santa María de Guadalupe”.
  • 2) “Interpretamos y juzgamos desde el acontecimiento de la Redención de Nuestro Señor Jesucristo y desde el acontecimiento guadalupano”
  • 3) “Actuemos como pueblo redimido por Jesucristo bajo la mirada amorosa de Santa María de Guadalupe”

Teniendo en cuenta la situación de violencia en que está sumido el país de México, el documento no podía pasar de largo ante esta triste realidad y los obispos se sienten deudores con la sociedad y desean responder con decisión, dada la situación de división, para proponer un itinerario firme de justicia, de compromiso y de oración que conduzca a una mayor coherencia con el Evangelio. Ha habido muchos sacerdotes asesinados en el país en los últimos años y, por eso, hacen una llamada apremiante a reconstruir la sociedad, con la colaboración de todos, poniendo incluso la vida al servicio de esta noble causa.

El compromiso de este documento pasa por hacer posible una iglesia nueva:

A)Opción por una iglesia que anuncia y construye la dignidad humana.

  1. B) Opción por una iglesia comprometida con la paz y las causas sociales.
  2. C) Opción por una iglesia pueblo.
  3. D) Opción por una iglesia misionera y evangelizadora
  4. E) Opción por una iglesia compasiva y testigo de la redención.
  5. F) Opción por una iglesia que comparte con los adolescentes y jóvenes, la tarea der hacer un país lleno de esperanza, alegría y vida plena.

 Puntos fuertes del Documento:

  • 1) La colegialidad. Algo que el papa Francisco está potenciando
  • 2) La inclusión y apuesta por los marginados: “Vemos que es preciso manifestar la misericordia de Dios a tantos seres humanos heridos por las circunstancias de su vida personal: matrimonios en crisis o conflicto, personas homosexuales, madres solteras, adultos mayores, entre otros.”
  • 3) Contra el Clericalismo, ese mal de la iglesia tan arraigado: “Advertimos también, que estamos aún muy lejos de erradicar el clericalismo de nuestras prácticas pastorales, un mal que mantiene a los fieles laicos al margen de las decisiones y que les impide crecer y comprometerse en la vocación que les es propia dentro de la Iglesia y del mundo.”
  • 4) El desafío:Dios nos está llamando a generar esperanza, a fortalecer y reconstruir una vida humana más plena para todos sus hijos, especialmente los descartados por estos nuevos fenómenos, una vida que refleje en cada persona, a Cristo el hombre perfecto y se manifieste en condiciones dignas para cada uno.”
  • 5) Los grandes retos
  1. a) La negación de la primacía del ser humano
  2. b) La crisis antropológico-cultural
  3. c) La sobrevaloración del individuo por encima de la sociedad.
  4. d) El fenómeno del relativismo
  5. e) El deterioro de las raíces culturales
  6. f) La conciencia ecológica.
  7. g) Las nuevas espiritualidades
  8. h) La crisis de sentido
  9. i) La comunicación y las nuevas tecnologías
  10. j) El fenómeno de la inmigración
  11. k) Las llamadas megatendencias: El fundamentalismo, la inestabilidad mundial, la desigualdad económica, la nueva imagen del hombre y de la mujer, las comunicaciones, la pluralidad y la democracia.
  12. l) La corrupción y la falta de respeto por la ley.
  13. m) El papel de la mujer: “Poco a poco se fortalece, y gracias a su esfuerzo y a una conciencia más sensible sobre su situación, ocupa cada día más el lugar que le corresponde en nuestra sociedad. Es necesario resaltar y denunciar los atropellos constantes contra su dignidad: las miles de muertes, la situación de tantas madres solteras que luchan por sacar adelante a su familia, la explotación, la trata de menores y la desaparición de un importante número de mujeres. Nos falta todavía por andar, en materia de valoración plena del “genio femenino” en la sociedad y en la Iglesia.”

En definitiva, un documento para dar un paso al frente en la iglesia de México. Esperemos que este documento de trabajo no quede en buenas intenciones que, al final,  no lleguen a la vida real de la gente y a la vida  cotidiana de las comunidades implicadas. No se aborda, por ejemplo, la situación de marginalidad que  vive la mujer en la iglesia. Solo se cita de una manera general la necesidad de una valoración plena. ¿Pero qué quiere decir esto en la iglesia de una manera práctica? ¿Cómo se traduce en propuestas concretas?

 Lo explica muy bien mi amigo y hermano Fray Alfredo Quintero Campoy:

“La visita del papa Francisco a México en febrero de 2016 marca la pauta de renovación para la iglesia en mexicana. De una forma muy cuidada, como auténtico pastor, el Papa Francisco busca llegar   al   corazón   de   los   obispos   mexicanos   en   su   mensaje   dirigido   a   ellos   en   la   catedral metropolitana, el día 13 de febrero 2016. Es un mensaje muy claro que indica por donde tiene que conducirse la iglesia y resaltando el gran valor que encierra el acontecimiento de Guadalupe. El Papa pide vivir con rostro profético como iglesia auténtica de Jesucristo. Como todo lenguaje profético auténtico venido de Dios, la palabra dirigida por el profeta tiene que llegar al corazón, ahí donde se atesora la verdad y que es siempre conocida por Dios. Por eso la palabra de Dios es viva, eficaz, más penetrante que una espada de doble filo porque sabe llegar a la verdad, al corazón mismo de la persona y de su existencia; por eso es una palabra que ilumina. La iglesia en México con esta vocación profética esta llamada a responder ante tantos retos que la realidad nos presenta hoy. Un país que nace de la simbiosis de nuestros ancestros indígenas y del evangelio de Jesucristo traído en las personas de los evangelizadores quienes llegan en un segundo momento después de ir realizando su conquista y dominio sobre la realidad conquistada. Cuando se llega a estas tierras lo primero era conquistar y después se considera el valor de la evangelización. En este misterio de nuestra historia somos herederos del gran don de la redención realizada en Jesucristo. La historia de nuestro México se manifiesta así como la ha dicho el Papa Francisco: Conozco la larga y dolorosa historia que han atravesado, no sin derramar tanta sangre, no sin impetuosas y desgarradoras convulsiones, no sin violencia e incomprensiones. Con  razón mi santo y  venerado predecesor dijo que en México estaba como en su casa y ha querido recordar que “como ríos a veces ocultos y siempre caudalosos, tres realidades que una veces se encuentran y otras revelan sus diferencias complementarias, sin jamás confundirse del todo: la antigua y rica sensibilidad de los pueblos indígenas que amaron Juan de Zumarraga y Vasco de Quiroga, a quienes muchos de estos pueblos siguen llamando padres; el cristianismo arraigado en el alma de los mexicanos; y la moderna   racionalidad   de   corte   europeo   que   tanto   ha   querido   enaltecer   la   independencia   y   la libertad” (Juan Pablo II, discurso en la ceremonia de bienvenida en México, 22 de enero 1999).La riqueza de nuestra historia nos ubica en un presente donde el episcopado mexicano quiere responder a lo pedido por el Papa Francisco de elaborar un proyecto pastoral que sea serio y cualificado para que contribuya a entretejer aquella delicada red humana, sin la cual todos seriamos desde el inicio derrotados. De ahí entendemos el titulo dado  a este proyecto global de pastoral que se centra en Cristo Redentor (2033) y bajo la mirada amorosa de santa María de Guadalupe (2031). Respondiendo así a los retos planteados por este cambio de época que quiere anular el aspecto humano que es el centro de la redención llevada a cabo por Jesucristo ya desde su encarnación. Ahí tiene sentido el ser y existir de la iglesia. Reconducir en su camino a la humanidad en Cristo: Camino Verdad y Vida. La realidad de México, vista muy bien, desde el método usado en este PGP del ver-juzgar-actuar, se dibuja muy bien en este documento. Así como hace quinientos años se presentó en el Tepeyac la Santísima Virgen María con rostro mestizo incluyendo a los pueblos originarios y a los que

llegaban fuera de México, porque todos somos hijos de Dios . Así nuestra historia e identidad encuentra su entendimiento desde el acontecimiento de Guadalupe, ella nos trae al redentor. Los mexicanos nos sentimos identificados en María de Guadalupe, ella es la fuerza para vivirla iglesia en salida, para experimentar la redención en Jesucristo. María de Guadalupe nos une, es la fuerza creyente para superar y dejar nuestras cautividades que oprimen al pueblo mexicano: violencia, narcotráfico,   corrupción,   trata   de   personas,   injusticia,   familias   desintegradas,   jóvenes desorientados, divisiones sociales etc. En el seno de María está Jesucristo, en su mirada estás tú y estoy yo. Este documento del PGP 2031-2033 tiene una actualidad profética que si responde a los retos quela iglesia tiene hoy en México y que nos invita a una renovación desde la conversión que el mismo Jesucristo nos pide en el evangelio. Sin conversión no experimentamos la belleza del Reino de Dios; sin la conversión el discurso y la palabra de la iglesia se queda sin espíritu y se vuelve vacía.

Volver arriba