La Religión y los pensadores ateos de hoy

El declive del cristianismo está afectando seriamente a la sociedad actual en su deriva hacia la falta de convivencia y la ausencia de valores.

Durante mucho tiempo algunos pensadores ateos, y no pocos políticos, han luchado con muchos argumentos e instrumentos por despojar de la fe cristiana a la sociedad, convencidos de que era un lastre que había que desterrar para que la sociedad fuera más abierta, más libre y más madura. El último  intento ha sido de la ministra Celaá, que ha dicho el descomunal disparate de que la enseñanza cristiana y concertada no entra en la libertad de elección de los padres para sus hijos, como reconoce la misma Constitución. Un guiño, sin duda, a Podemos para  asegurar la coalición de gobierno que deje a Pedro Sánchez en la Moncloa, que es al final, de lo que se trata. La libertad de enseñanza va  a consistir en hacer lo que la ministra nos diga. Es un desliz autoritario muy propio del socialismo: El progreso soy yo y no se os ocurra pensar lo contrario.

 Como ya se empiezan a ver algunos frutos de esa descristianización creciente se han levantados las alarmas porque la sociedad  empieza a hacer aguas por muchos flancos y este barco parece querer hundirse en la vulgaridad y el descontrol. Nos amenaza una violencia indiscriminada y las manadas  de violadores actúan por doquier y tienen la desfachatez de publicarlo en las redes sociales para jactarse de sus asquerosas  hazañas

Por ejemplo, Richard Dawkins,  conocido militante anti cristiano, está dando marcha atrás, contra sus propias afirmaciones y nos está sorprendiendo con un nuevo discurso donde da a entender que la religión es una tabla de salvación para el viejo continente sin rumbo, amenazado por terroristastas y por  falta de valores elementales para una convivencia en libertad. Resulta que la fe servía de  argamasa social y de sistema educativo y regenerador Pero a medida que la fe y la militancia cristiana se han ido retirando de la escena social han ido tomando carta de ciudadanía los antivalores sociales  y los extremismos hasta límites preocupantes. Y los pensadores que aman la verdad, por muy ateos que sean,  están descubriendo que la fe ha sido un bien social indiscutible, que tal vez sea bueno recuperar y promocionar.

 Y hasta científicos de toda las ideologías están afirmando que la religiosidad produce seres humanos más equilibrados, más sensatos, más cívicos y con menos tendencia al suicidio.

Sean o no creyentes, constatan que la religión no es algo, como se pensaba que producía hombres más dependientes o desequilibrados, sino más bien generan hombres más sociables más sensibles a los derechos humanos y menos violentos. Una sociedad sin Dios es una sociedad herida y por las obras lo vamos sabiendo. Lo van sabiendo incluso los ateos que buscan la verdad.

¿CUÁLES SON ESAS APORTACIONES DEL CRISTIANISMO A LA SOCIEDAD OCCIDENTAL?

  • 1) El descubrimiento y la defensa de los Derechos humanos, basados en el Evangelio: justicia, verdad, igualdad, dignidad, respeto, perdón…
  • 2) La defensa de la mujer y de su igualdad con respecto al varón. “compañera te doy y no sierva”. Esto se puede demostrar comparando la situación de la mujer en los países de influencia no cristiana.
  • 3) El Derecho internacional de gentes. Con el dominico Fray Bartolomé de las Casas, que fue su iniciador, inspirador e impulsor.
  • 4) La ilustración francesa, que solo pudo llevarse a cabo desde la situación de una cultura cristiana y respetuosa con la razón. El mal y el fanatismo de muchos países musulmanes es, precisamente, que no han pasado una ilustración.
  • 5) La solidaridad universal que brota del principio misionero del cristianismo. “Id y evangelizar”. Esa evangelización ha llevado la cultura y la solidaridad a muchos países subdesarrollados. Porque evangelizar no es solo predicar, es también dar trigo. Y así lo hacen y lo han hecho los misioneros desde hace siglos. En muchos países pobres la sanidad y la educación está en gran parte en manos de la iglesia. «La Europa que hemos sido llamados a construir», dice el cardenal Martini, «debería ser capaz de ofrecer a todo el mundo una nueva contribución de sabiduría: la que brota de aquella cultura milenaria que la savia vital cristiana ha contribuido a madurar en el curso de los siglos.
  • 6) Las democracias que han traído consigo derechos fundamentales y el Estado de derecho en sí mismo.  Todo se concretó en la firma de la Declaración de los Derechos Humanos fundamentales que la ONU proclamó solemnemente  en el año 1848y que han sido una fuente indiscutible de crecimiento humano y democrático en el  mundo entero.  Aunque falta avanzar mucho todavía.

 Porque solo la vida  cristiana ha sido espacio de diálogo y cultura con las ciencias y las diversas filosofías. Son escasas, si hay alguna, las democracias fuera del ámbito de influencia del cristianismo.

  • 7) El ser sobre el tener.

Para la fe cristiana la persona es el centro de todo. Sin esto, la persona se convierte enseguida en comercio y puro materialismo. Con esto hemos evitado caer en las tiranías o al menos las valoramos negativamente. La iglesia llega, incluso, a justificar la muerte de los tiranos por el bien de los pueblos. La prueba está en que los tiranos actuales: Evo Morales, Maduro, Castro, Ortega,  luchan contra la iglesia de muchas maneras porque saben que no los autorizan ni los justifican.

  • 8) La oferta de la transcendencia. Una sociedad que no puede ni sabe mirar más allá de sí misma se vuelve egoísta y materialista al máximo, pierde valores y acaba en una situación de desorden donde todo da igual. Esto puede explicar, en parte, esta situación actual que vivimos y que lleva algunos pensadores, e incluso ateos, a pensar que la religión tiene un efecto muy beneficioso para la sociedad. La apertura a la transcendencia ha sido el origen de grandes proyectos y de la aparición de iluminadas personas, que han humanizado y aclarado el camino de la vida: Santos, filósofos, hombres de caridad, misioneros, emprendedores…
  • 9) El ecumenismo y el encuentro interreligioso

La iglesia es consciente de cuántos problemas ha traído la diversidad de confesiones religiosas y sigue provocando, cuando no hay una tolerancia adecuada ni respeto al diferente. Po eso ha propuesto e iniciado caminos, desde el Concilio Vaticano II,  de encuentro, de diálogo interreligioso, de ecumenismo con todas las confesiones cristianas o no, en busca de aquello que une a los creyentes. Esta actitud brota de la libertad religiosa que la iglesia ha promocionado y que es un derecho promulgado por las Naciones Unidas.  En una Europa cada vez más diversa y plural la religión tiene que ser un elemento de cohesión, de unidad y de paz.  Esta actitud puede hacer posible que el Islam y los seguidores fanáticos y violentos puedan sentirse convocados a la paz y al descubrimiento  de la dimensión  exclusivamente religiosa como elemento que aporta riqueza y humaniza y nunca que destruye y ejercita la violencia.

  • 10) El Derecho de todos los pueblos.

El papa san Juan Pablo II repitió muchas veces esta doctrina, especialmente ante la ONU, en 1995. La Unión Europea es una realidad que nace y se consolida bajo los ideales cristianos que hicieron posible una Europa próspera desde la enseñanza de los Monjes negros que recorrieron Europa enseñando el cultivo de la tierra y llevando la cultura a los pueblos. No en vano san Benito es el patrón de Europa.

  • 11) El valor de la familia.

La iglesia ha defendido siempre la familia como la célula esencial de la sociedad. Desde la Biblia todos los hombres y mujeres son iguales en dignidad.

  • 12) El valor de la creación.

El cristiano siempre ha visto la creación como el regalo que Dios le ha dado para que sea feliz en ella. San Francisco de Asís ya compuso un hermoso himno a las criaturas como expresión de ese convencimiento de toda la iglesia. La creación es el hogar de Dios para el hombre y merece cuidado y respeto. El papa Francisco nos lo ha recordado en su encíclica “Laudato SI” para decirnos que la naturaleza y la creación entera no es algo externo a nosotros sino que nosotros mismos somos naturaleza creada.

  • 13) La Cultura del perdón y la ternura.

Algo inimaginable en otras culturas como la musulmana o la judía. El perdón es una cualidad propiamente cristiana que rompe las cadenas de odio, violencia y venganza que solo conducen a la destrucción. El papa Francisco nos ha invitado, recientemente, a llevar a cabo “La revolución de la ternura”

Todo esto nos conduce a una conclusión  evidente: La vida cristiana  es una riqueza inmensa para la sociedad a la que nutre de grandes valores que hacen más habitable este planeta y más serena y humana la convivencia entre los hombres. Se la podría declarar un bien de interés social. Esto ha hecho que algunos pensadores ateos se planteen, visto como está y hacia dónde va la sociedad actual, que hay que recuperar y proteger la religión como un bien social indiscutible.

Otra cosa es que los grandes ideologizados de nuestro país sean capaces de entender esto. Más bien le declararán la guerra todo lo que puedan porque no les mueve, en general, el bien de la sociedad sino su ideología y la de sus partidos. Triste realidad.

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