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Reflexiones políticas
Parece que, al fin, los socialistas sensatos, los de toda la vida, comienzan a reaccionar ante la deriva totalitaria que está cogiendo este gobierno, sometido a los comunistas a cada instante, sin que el presidente ponga remedio. ¿Vale tanto un sillón en Moncloa como para vender a saldo asuntos transcendentes, que son columnas que sostienen el edificio de nuestro país? ¿Hacia dónde nos encaminamos?
Por fin hay reacciones: Más de 12000 socialistas reaccionan y firman un manifiesto contra la ley Celaá que pretende destruir la condición vehicular del Español en nuestro país, algo que va contra la propia Constitución. Pero son insuficientes para parar esta sarta de engaños y amenazas a las que se ve sometida la sociedad española. Hacen falta más socialistas que se adhieran y no sean cómplices de cuanto pasa. Mañana puede ser tarde.
El artículo 3 de la Constitución parece claro: "El castellano es la lengua española oficial del Estado. Todos los españoles tienen el deber de conocerla y el derecho a usarla. Las demás lenguas españolas serán también oficiales en las respectivas Comunidades Autónomas de acuerdo con sus Estatutos. La riqueza de las distintas modalidades lingüísticas de España es un patrimonio cultural que será objeto de especial respeto y protección".
Entre estas firmas hay varios ex ministros, dos presidentes de las Cortes, un ex secretario de la UGT, muchos ex altos cargos socialistas… organizaciones feministas, ecologistas, economistas, contra la intolerancia, alcaldes y concejales… ¡Un verdadero tsunami socialista contra la ley Celaá, que seguramente el Vicepresidente se va a pasar por la chepa con el consentimiento del Presidente de las manos atadas!
“Cuando los nazis vinieron a buscar a los comunistas, guardé silencio, porque yo no era comunista, Cuando encarcelaron a los socialdemócratas, guardé silencio, porque yo no era socialdemócrata Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas, no protesté, porque yo no era sindicalista, Cuando vinieron a buscar a los judíos, no pronuncié palabra, porque yo no era judío, Cuando finalmente vinieron a buscarme a mí, no había nadie más que pudiera protestar.”
Los últimos ataques a la libertad en nuestro país no pueden dejarnos indiferentes porque seríamos cómplices de un futuro democrático en entredicho.
Sólo destaco algunos de los muchos que, en estos días, preocupan a los españoles y a la Unión Europea, que sigue de cerca, y no sin preocupación, lo que está sucediendo en nuestro país.
Muchos socialistas se están echando las manos a la cabeza por la deriva con tintes totalitarios (comunistas), que va tomando el gobierno de España. Construir un país es sumar y no restar y, mucho menos dividir, justamente lo que está haciendo este gobierno de la mano de sus socios.
¿Con qué sobresalto nos despertaremos mañana? Porque la agenda de los socios del Gobierno va en otras direcciones y el Presidente se deja llevar como frágil veleta, con tal de que no cuestionen su sillón ni le priven de los aplausos de sus elegantes ministras de pasarela.
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