Tengo la suerte de vivir en un pueblo pequeño de unos 3000 habitantes, que destaca por su espíritu solidario: Fuente el Fresno (Ciudad Real). Tenemos la dicha de tener un vecino mercedario y misionero en la República Dominicana, que hace una labor admirable entre los niños “limpiabotas” que trabajan en la calle para ganarse la vida. Gracias a la Fundación “La Merced-Niños limpiabotas” muchos de estos niños pueden dejar el trabajo –los niños no deben trabajar sino ir a la escuela como todos los niños- y prepararse para la vida, con la adecuada formación y los recursos necesarios para ellos y para sus familias. Yo mismo he visto con mis propios ojos, en una experiencia de voluntariado en Santo Domingo, la inmensa labor que lleva a cabo la Fundación que coordina el P. Tomás

Nos planteamos en el pueblo qué podíamos hacer para ayudar a nuestro paisano el P. Tomás en su trabajo social y misionero. Y aprovechando que estamos celebrando la Semana Cultural hemos organizado dos actividades solidarias que han tenido mucha aceptación: Un mercadillo popular y una cena solidaria de los que estamos muy orgullosos porque los resultados son más que positivos.

El rastrillo popular ya llevamos varios años organizándolo y siempre salimos reforzados para seguir manteniéndolo cada año por estas fechas veraniegas cuando nuestro pueblo aumenta considerablemente sus habitantes. Los vecinos nos van regalando objetos diversos, en buen estado, a lo largo del año, que ya no necesitan en sus casas, colaboran también los comercios de la localidad, y todo eso que reunimos lo vendemos a un precio muy reducido en el “Mercadillo del P. Tomas”. El ayuntamiento., sea del signo que sea, siempre nos ha apoyado con el mobiliario necesario.

La segunda experiencia, que este año hemos comenzado, ha sido la “Cena solidaria”. Se han inscrito unas ciento treinta personas para cenar en la plaza del pueblo pagando un precio solidario por la cena, 25 euros. Han colaborado de manera altruista expertos cocineros, como Andrés Rodríguez  de Fuente el Fresno y Diego Morales del restaurante “Señor Pérez” de Ciudad Real. La panadería “Casero” nos ha regalado el pan necesario y muchos voluntarios se han ofrecido para colocar las mesas y servir la cena, amenizados por el cantante de coplas local, Germán Ruiz. ´

La guinda de la cena la puso el mismos P. Toma que no envió un mensaje grabado para la ocasión y llenó de sentido cuanto estábamos celebrando.

Muchas personas nos han ayudado aportando bandejas para servir, refrigeradores para la bebida y otros muchos útiles necesarios. Llegó a crearse un ambiente muy agradable en la plaza a la luz de las farolas y todos disfrutaron de una cena inolvidable, no solo por su calidad sino también por saber que su aportación irá destinada a una buena causa y al trabajo de un buen misionero que todos conocemos en nuestro pueblo y al que admiramos y queremos.

Una iniciativa que podía llevarse a cabo en muchos lugares de nuestra geografía si algún grupo tomara la iniciativa y lo organizara allí donde se descubra una necesidad social evidente. Puedo decir que la satisfacción entre todos los participantes y voluntarios ha sido muy alta y ya soñamos con repetirla para el próximo año.