#8M2024 LA AMADA POR DIOS

| Martha Eugenia, Mujer Mariposa
Ser mujer,
es obra divina.
Es ser pensado por Dios desde la eternidad,
y realidad hecha carne,
es la amada de Dios.
Ser mujer
es saberse con la dignidad
de la maestría divina.
Es ser hecha a imagen y semejanza del Creador.
Es ser insuflada con el aliento
del Espíritu Santo.
Amada desde la eternidad.
Ser mujer
es saberse creada en igualdad al hombre,
con la perspectiva de un género diferente.
Ser mujer
es la que dando un sí rotundo a Dios
permite que en sus entrañas se anide
Jesús, el Hijo del Altísimo.
Ser mujer
es la capacitadora
de Jesús Dios y hombre,
entre los que habitan la tierra.
Ser mujer
es aquélla que sabiéndose
amada por Dios,
actúa como tal,
luchando en el día a día
para que sea reconocida su dignidad.
Ser mujer
es la que valiente
se esfuerza por fecundarse y fecundar
a otras y otros en dignidad y conocimiento.
Ser mujer
es la que deja huella
en su diario vivir,
amando, fortaleciendo, creciendo
primero a ella, por ella y en ella misma
y luego a los que la rodean.
Ser mujer
es la que vive
como única e irrepetible,
viendo a los demás
como criaturas con semejante dignidad.
Ser mujer
es aprender
el significado de sororidad
para después tomada de la mano de otras,
trabajar por igualdad creadora y creativa.
Ser mujer
es vivir con la frente en alto,
y hacer escuchar la voz femenina
valiosa como la que más.
Ser mujer
es necesidad humana,
privilegio divino.
Es ser ella misma.