#sentipensares2025 El Aviso

El Aviso
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Ese jueves 7 de junio de 2007 era muy especial para aquella mujer, a media mañana terminó de hacer la comida y se dirigió a su parroquia la Divina Providencia porque la solemnidad que se celebraba ese día era muy especial, era Corpus Christi. Al ser la coordinadora de la procesión que se realizaría a las 18 horas, había ido a ultimar los muchos detalles que se requerían para que no solo fuera bella la procesión sino también fuera especial.

Era una mujer meticulosa, exigente, perseverante hasta llegar a ser necia y muy trabajadora. Así que cuando regresó a casa después de trabajar varias horas ultimando detalles, notamos que tenía la boca desviada, al fin los suyos, acostumbrados a ese tipo de eventos porque la hermana mayor de la mujer, como fisioterapista los trataba, por lo que una de sus hijas se lo hizo notar. Sin apenas hacer caso le sirvió la comida a su esposo y también comió. Entonces comunicó que iría a la procesión con el Santísimo, que se llevaría a cabo antes de la Eucaristía, al caer la noche. Por lo que sus hijas la invitaron a que su hermana mayor la revisase, no obstante, dijo: Más tarde, y se fue a la procesión. Tal vez intuía que sería la última vez, después de varios años de organizarla. Así que su hija mayor, también la acompañó, para cuidar que no le pasara algo más. Lo que no sabía es que ese era el aviso que su cuerpo le daba para indicarle a ella y a su familia que empezaba el camino para el regreso a la casa celestial con la Madre/Padre amoroso 21 meses después, en el domingo 15 de marzo de 2009, en el día del Señor.

Pasó un calvario muy especial, aquellos que no han acompañado y vivido la situación tan especial que tuvo, como la decreciente y continua manifestación en sus sentimientos y emociones, les es muy difícil que lo entiendan, pues ante todo genera desconcierto y dolor emocional. Pues fue entrar en un mundo donde aún viviendo lo que se pasaba, era tan difícil de comprender, que sólo el amor y la paciencia en los momentos más difíciles pudieron sortear. Era una besucona constante con sus seis hijos por todas sus vidas, con sus nietos que eran amadísimos y consentidos sin dejarlos de educar constantemente, a la vez que era sumamente querida y respetada por muchos en su entorno, en su comunidad parroquial y especialmente por todos aquellos que ayudaba llevando a su vida una máxima: "Que lo que haga tu mano derecha no lo sepa tu mano izquierda" Mt 6, 3.

Cómo se explica que esa madre amorosa y expresiva, se fuera convirtiendo en una que parecía conforme pasaban los días y meses en alguien sin sentimientos por muchos momentos. Fue tan difícil de vivir para ella y los suyos, que así de sencillo era inexplicable, la madre amorosa parecía como si se ausentara yéndose a un lugar a dónde los suyos no tenían ni cabida ni entendían, para luego por tan solo momentos regresar y amarlos con ese sentimiento tan profundo que les hacía sentir y saber que eran lo mejor que la vida le había dado, citando sus palabras y corroborándolo con la ternura que emergía de ella. Este camino fue recorrido junto a ella por 21 meses, con varias manifestaciones de dolor que ningún especialista médico sabía dar razón, de los cuales los últimos tres fueron una prueba de dolor y purificación tanto para ella como para los suyos.

Han pasado un poco más de dieciséis años desde su regreso a la casa celestial y aún ahora su memoria perdura en muchos que no son de su familia, pero que recibieron de su bondad y trabajo y que los suyos siguen sabiendo por comentarios emitidos, sin que ellos lo supieran antaño. Pero la Madre/Padre Dios en su eterna misericordia, una vez más a ella y a su familia les mostró que la Ruah divina los acompañaba, los guiaba y los sostenía. Pues esa parálisis facial que a otros se les corregía con fisioterapia dada por las manos sanadoras de su hermana mayor, en ella nunca cedió, inexplicablemente a ojos vistos. Lo que no sabían ni ella ni los suyos es que el tumor duro que había ido creciendo desde varios años antes había llegado a comprimir tanto una de las áreas de las emociones en el lóbulo frontal del lado izquierdo, con un tamaño 12 por 10 centímetros. El invasor había ido creciendo desde varios años antes de forma silenciosa y maligna. Pero esa parálisis facial mostrada evidente en ese jueves de Corpus Cristi fue el comienzo del recorrido último entre los suyos. Así empezaron a pasar esos casi dos años, permeados por el desconcierto de sus familiares y quizá también el suyo propio.

No obstante, todo se develó hasta apenas tres meses antes de su partida. El diagnóstico, tumor cerebral.Fue como un mazazo en el corazón, en las entrañas y en la cabeza. Cada uno de los que la amaba lo asumió como mejor pudo, y muchas veces acompañando con la plena conciencia de que su final incierto estaba próximo. Pero una vez más su Jesús amado, como ella le decía, permitió en su eterna misericordia, que gracias a tanto medicamento antiinflamatorio que recibió antes de la operación para extirparle el tumor, por un breve tiempo, su amoroso estado emocional que la caracterizaba regresó por breves días. Ingresó al hospital el 7 de enero del 2009 y operada hasta el 15 de ese mes. Más aun dejó en esos previos y pocos días antes de la intervención, a los que la amaban el recuerdo amoroso de madre que les recordaba que eran lo más hermoso que le pudo pasar y haciéndoles énfasis en su legado: "Manténgase unidos, cuiden a su madre." Algo que es significativo, es que su última participación a nivel organizacional y comunitario parroquial fue esa ceremonia de Corpus Cristi , aunque por el mayor tiempo que le restó de vida siguió llevando la sagrada Eucaristía a los enfermos, hasta ser intervenida. Regresó con la Madre/Padre celestial el domingo 15 de marzo de 2009, día del Señor; siendo discípula y apóstola de Jesús. Para gloria de Él.


Martha Eugenia,Mujer Mariposa.

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