#sentipensares2025 Claudia Presidenta
#noalacoso
| Luz Estela (Lucha) Castro
CLAUDIA PRESIDENTA
He visto las imágenes de las miserables manos de un hombre que se atrevió a colocarlas sobre tu cuerpo. Aprovechando que caminas por la vida con libertad y cercanía, el cobarde creyó tener derecho a invadir tu espacio y a violentar tu dignidad.
Esa imagen me duele profundamente, porque no es solo una agresión a ti: es una herida que resuena en la memoria de miles de mujeres. Me recordó a las víctimas que he acompañado durante más de cuatro décadas: mujeres y niñas violentadas por hombres que comenzaron por cosificarlas, por creer que sus cuerpos eran de uso público, y cuyas acciones terminaron en violaciones y muchas veces en feminicidios. También me trajo a la mente a las mujeres de mi familia, a mis amigas, a tantas compañeras de lucha que han sufrido acoso en distintas etapas de su vida. Porque no importa la edad ni el lugar: del sur al norte global, el patriarcado no conoce fronteras.
Tú no has sido humillada, ni tu alma ha sido tocada. Tu espíritu prevalece intacto, fuerte y digno. Llevas ahora una experiencia más de las que, tristemente, compartimos muchas mujeres. Pero también la conviertes en conciencia, en denuncia, en verdad. Porque lo que te sucedió sigue siendo parte de la cotidianidad que no podemos ni debemos naturalizar.
Por eso celebro que hayas presentado una querella, porque el acoso es un delito y debe investigarse y sancionarse conforme a la ley.
Este acto no es sólo personal: es político y ejemplar. Envía un mensaje claro de que ninguna mujer —sin importar su cargo, edad o condición— debe ser tocada sin su consentimiento, y que la justicia debe actuar con prontitud y perspectiva de género.
Y desde esta voz colectiva, levanto una protesta enérgica contra los medios de comunicación que difundieron las imágenes del momento del acoso. Esa publicación constituye un acto de revictimización, un atentado contra la dignidad de las mujeres y una violación a los principios de ética periodística. Difundir imágenes de violencia contra las mujeres no es informar: es reproducir el daño, banalizar la agresión y volver a poner el cuerpo femenino en el centro del morbo público.
La Ley Olimpia nos recuerda que existen límites éticos y legales: ninguna imagen que vulnere la intimidad, la integridad o la dignidad de las mujeres puede difundirse sin su consentimiento. No se trata solo de respeto, sino de derechos humanos.
El pueblo —y en especial las mujeres— seremos tu escudo. No dejes de caminar por nuestros pueblos ni de acercarte a la gente. No permitas que te aíslen o que te roben la confianza por este acto de violencia.
Tu caminar libre es símbolo de todas nosotras, de nuestras luchas y de nuestros derechos conquistados con tanto esfuerzo.
Que este agravio se transforme en fuerza colectiva, en decisión política y en compromiso renovado por una vida libre de violencias para todas las mujeres.
Porque si te tocan a ti, nos tocan a todas.
Y si caminas tú, caminamos todas.