#8M2023 Condenadas a muerte

Hemos recibido la vida de la gratuidad de Dios y de repente...

Luz Mery 2023

Hemos recibido la vida de la gratuidad de Dios y de repente, tanto hombres como mujeres, nos vemos condenados a muerte, hoy quiero hablarles de dos historias que me impactaron, dos mujeres, dos hermanas, dos paisanas nuestras, que ya no están, porque alguien las condenó a muerte…

Antes de adentrarnos en sus historias, quisiera ver a otras mujeres que también fueron condenadas a muerte, historias que parecen lejanas, pero que, se repiten una y otra vez y lamentablemente no con la misma suerte, ellas son:

Tamar: Gn 38, 24c ordenó Judá: que la saquen a fuera y la quemen. Luego el mismo Judá, retira la orden: v 26b Ella es inocente y no yo.

Susana: Dn 13, 41 como eran ancianos del pueblo y jueces, la asamblea les creyó y condenó a muerte a Susana. Y será Daniel, quien aclaré la situación y el pueblo reconozca su inocencia: v 62c Aquel día se salvó una vida inocente.

Una mujer: Jn 8,5 La ley de Moisés ordena que mujeres como esta sean apedreadas. Jesús por su parte la libera: v11d tampoco yo te condeno

Es curioso ver cómo en cada relato, hay un hombre implicado para condenar y otro para salvar o liberar. Ahora veamos a las mujeres inspiradoras de este texto:

Despertamos un día con la noticia estremecedora de que su cuerpo estaba en la basura… una joven de tan solo 21 años, con toda su vida y sueños por delante, iniciaron la investigación y se fueron conociendo detalles de este hecho, planeado y ejecutado por un hombre… aún se nos encogía el corazón con cada noticia, testimonio y evidencia de este hecho, cuando anunciaron la muerte de una pequeña de tan solo 10 años, un alma inocente que no logró defenderse de su agresor, quien pretendía abusar de ella y terminó acabando con su vida...

Estas noticias nos acompañaron por varios días y luego lentamente fueron desapareciendo de la primera página y en mi pensamiento están sus rostros, me imagino sus familias, el dolor y cómo estos hechos no se pueden olvidar, aunque ya no sean noticia, sucedieron y no lastimaron solo a estas mujeres, también lastiman a cada mujer en el planeta, pues pareciera que ser mujer, es estar en peligro continuo, es estar condenadas a muerte.

Quiero invitarte a orar por ellas… por Valentina, por María Camila y por tantas otras que mueren en silencio cada día…

Sea tu voluntad, Señor nuestro Dios y Dios de nuestros padres, el Dios de Abraham de Ytzjak y de Yaacov, de Sara, Rivká, Rajel y -Leá, que en tus manos están depositadas las almas de todos los seres y los espíritus de toda carne, sé por favor cercano a nuestra súplica cuando hoy elevamos nuestra petición ante ti, Fortaleza de todos los mundos, por todas las mujeres que fueron asesinadas por sus parejas, que se levantaron contra ellas para matarlas.

Judaísmo en femenino p. 132

Me acojo entonces, a la última frase de la revista de la CLAR: que como mujeres del Alba: esperemos lo imposible. Y creo que eso que esperamos es #NiUnaMás

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