Mc 11, 1-10. Orando las palabras generadoras de nuestra compañera Norma, contemplo junto al Maestro de Nazareth, en primera línea, a las mujeres restablecidas del anonimato de una religión excluyente y patriarcal, exigiendo el derecho a la vida frente a una guerra sin sentido; las escucho gritando fuerte que hay que cuidar nuestra Casa común; las veo en minga (marcha indígena y popular) en la primera linea como escudos protectores de sus comunidades, derribando pirámides y construyendo círculos, proclamando en este domingo de ramos:
¡Bendito el que viene en nombre de Dios Madre.! ¡Bendito el Reino que viene de nuestros ancestros y ancestras! ¡Hoshanna!