#LectioDivinaFeminista Conversaciones con nuestro Padre y Madre

Conversaciones con nuestro Padre y Madre
Conversaciones con nuestro Padre y Madre

Lucas 11:1-13

Clama con Confianza: Lecciones de Oración para la Mujer de Hoy en Lucas 11:1-13

Queridas hermanas,

En el diario vivir, con sus múltiples demandas y roles, a menudo nos deja con poco tiempo y muchas preocupaciones. Como mujeres, realizamos malabarismos entre la familia, el trabajo, el estudio, la iglesia, las amistades y, a veces, la soledad. En medio de este ir y venir, ¿cómo encontramos paz, dirección y fuerza? La respuesta, sorprendentemente simple pero profundamente poderosa, se encuentra en la oración. Y en Lucas 11:1-13, Jesús nos ofrece una guía invaluable que resuena profundamente con nuestras vidas.

Nuestra Lectura

El Anhelo de Aprender a Orar: Un Deseo Genuino

El pasaje comienza con un momento íntimo: "Aconteció que estaba Jesús orando en un lugar, y cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: Señor, enséñanos a orar, como también Juan enseñó a sus discípulos." (Lucas 11:1). Visualicen la escena. Los discípulos, testigos de la profunda comunión de Jesús con el Padre, sienten un anhelo genuino de conectar de la misma manera. ¿No nos pasa a nosotras a menudo? Vemos la paz y la sabiduría en otras mujeres que cultivan una vida de oración, y deseamos esa misma conexión. Es un recordatorio de que no estamos solas en nuestro deseo de crecer espiritualmente.

El Padre Nuestro: Un Modelo para Nuestra Conversación con Dios Padre y Madre

Jesús responde a su petición entregándoles lo que conocemos como el Padre Nuestro (Lucas 11:2-4). Más que una fórmula a repetitiva, es un modelo para nuestra conversación íntima con Dios. Cada frase nos invita a reflexionar sobre nuestra relación con Él:

  • Nos recuerda la cercanía de un Padre y una Madre amorosa.
  • Dios trasciende nuestras propias agendas y nos lleva a confiar en Su plan perfecto, incluso cuando no lo entendemos del todo.
  • Confiar en que Él suplirá nuestras necesidades diarias. ¿No es un alivio saber que no tenemos que cargar con todo el peso solas?
  • Descubrir la capacidad de perdonar a otros está intrínsecamente ligada a nuestra propia experiencia de Dios Padre y Madre.
  • Dios Padre y Madre es nuestro refugio seguro en un mundo lleno de desafíos.

La Parábola del Amigo Inoportuno: ¡Insiste sin Desanimarte!

Después de darnos el modelo de oración, Jesús nos cuenta la parábola del amigo inoportuno (Lucas 11:5-8). Un hombre, en la mitad de la noche, se ve en la necesidad de pedir pan a un amigo porque un viajero ha llegado a su casa. A pesar de la hora y las excusas iniciales, el amigo finalmente cede "a causa de su importunidad" (persistencia, audacia).

Esta parábola es un bálsamo para nuestras almas, especialmente para nosotras que a menudo sentimos que nuestras peticiones son insignificantes o que Dios está demasiado ocupado para escucharnos. Nos enseña una verdad vital: la persistencia en la oración es poderosa. No se trata de convencer a un Dios reacio, sino de desarrollar nuestra fe y confianza en Su carácter. Si un amigo terrenal, por molesto que sea, cede ante la persistencia, ¡cuánto más nuestro Padre celestial, que nos ama infinitamente, escuchará nuestras súplicas!

La Promesa Incuestionable: Pide, Busca, Llama

Finalmente, Jesús culmina este pasaje con una serie de promesas asombrosas en Lucas 11:9-13:

  • "Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá."
  • "Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá."

Luego, utiliza un ejemplo familiar: si un hijo le pide pan a su padre, ¿le dará una piedra? ¿Si pide un pescado, le dará una serpiente? ¿Si pide un huevo, le dará un escorpión? ¡Claro que no! Y concluye con una verdad liberadora: "Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?"

Este es el corazón del mensaje para nosotras. Dios no es un padre indiferente o tacaño. Es un Padre que anhela darnos cosas buenas, y la mejor de todas es Su Espíritu Santo, quien nos guía, consuela y empodera en cada faceta de nuestras vidas.

Meditación: La Persistencia, el Pincel del Artista

Cierra tus ojos por un momento y respira profundamente. Imagina un lienzo en blanco frente a ti, inmaculado, esperando ser transformado. Ahora, visualiza tu vida como esa obra de arte. Cada día, cada experiencia, cada emoción, es una pincelada que añade color y forma a tu existencia.

En esta obra maestra que es tu vida, la persistencia es el pincel del artista. No es cualquier pincel; es ese instrumento desgastado, con las cerdas teñidas de innumerables colores, que el artista siempre toma en su mano cuando la visión parece borrosa, cuando el progreso es lento, o cuando el lienzo parece resistirse.

Piensa en esos momentos en los que te has sentido estancada, frustrada o tentada a rendirte. Esos son los momentos en que la persistencia se convierte en tu herramienta más valiosa. Es la que te permite seguir añadiendo trazos, incluso cuando el cuadro no toma la forma que esperas, o cuando los colores se mezclan de maneras inesperadas.

La persistencia te recuerda que cada trazo cuenta. Tal vez no veas la imagen completa hoy, pero cada intento, cada pequeño paso, cada vez que eliges no abandonar, estás añadiendo una capa vital a tu obra. Una capa de experiencia, de aprendizaje, de resiliencia.

Imagina que estás pintando un amanecer. Al principio, solo ves oscuridad y algunos tonos grises. Pero es la persistencia la que te impulsa a añadir el primer toque de rosa, luego el dorado, y finalmente, el resplandor vibrante del sol. No es el primer trazo lo que define la belleza del amanecer, sino la suma de todos los trazos persistentes.

La persistencia también nos enseña paciencia. Un gran artista no espera que su obra esté terminada en un instante. Sabe que requiere tiempo, dedicación y la voluntad de volver al lienzo una y otra vez. De la misma manera, tu vida es una obra en progreso, y la belleza se revela a medida que persistes en tu camino.

Así que, hoy, toma tu pincel de persistencia. Úsalo para pintar tu día con intención, con valentía, con esperanza. No te preocupes si el trazo no es perfecto. Lo importante es que sigas pintando.

¿Qué "color" o cualidad necesitas añadir hoy a tu vida con la persistencia de un artista?

Una Guía Breve para Orar con el Padre Nuestro

El Padre Nuestro, la oración que Jesús mismo nos enseñó, es mucho más que un conjunto de palabras; es un modelo para nuestra conversación con Dios. Lejos de ser una fórmula rígida, es una invitación a la intimidad y a alinear nuestro corazón con el de nuestro Padre celestial.

El Padre Nuestro no es una oración para recitar de prisa, sino para saborear palabra por palabra. Permite que cada frase te conecte más profundamente con el corazón de Dios. Al orar así, no solo hablas con Él, sino que también permites que Él te hable a ti, transformando tu corazón y tu vida.

Contemplación: El Arte de Pedir y la Generosidad de Dios Padre y Madre (Lucas 11:1-13)

Cierra los ojos y respira hondo. Imagina a Jesús terminando su oración, en un lugar apartado. Sus discípulos, conmovidos por la profundidad de su comunión con el Padre, le piden: "Señor, enséñanos a orar". Observa la humildad en su petición, el anhelo genuino de conectar con lo divino.

Jesús responde con un modelo de oración: el Padre Nuestro. No es solo una fórmula, sino una invitación a la intimidad. Siente cómo cada frase te conecta con tu Padre celestial: su santidad, su reino, tu dependencia diaria, tu necesidad de perdón y tu deseo de liberación del mal. Es una conversación de corazón a corazón.

Ahora, escucha la parábola del amigo inoportuno. Un hombre que pide pan a medianoche por una necesidad apremiante. ¿Te has sentido así alguna vez, con una necesidad urgente, insistiendo una y otra vez? Jesús nos muestra que la persistencia no es para convencer a un Dios reacio, sino para reafirmar nuestra fe y confianza en que Él escucha. El amigo cede por la importunidad; ¡cuánto más nuestro Padre, que nos ama!

Finalmente, las palabras de Jesús resuenan como una promesa: "Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá." Piensa en la inmensa generosidad de Dios. Si un padre terrenal, con todas sus imperfecciones, sabe dar cosas buenas a sus hijos, ¿cuánto más tu Padre celestial te dará el Espíritu Santo, el don más preciado?

Siente la verdad de esta promesa: Dios no es un dador tacaño. Su naturaleza es la generosidad. Él anhela bendecirte, darte dirección, consuelo y poder a través de Su Espíritu.

Abre tus manos, abre tu corazón. ¿Qué necesitas pedir hoy con fe y persistencia? ¿Qué buscas? ¿A qué puerta necesitas llamar? El Padre te espera, listo para darte más de lo que puedes imaginar, especialmente Su Espíritu Santo.

Nuestro Compromiso de Oración y Confianza

Yo, como mujer latinoamericana, inspirada por las enseñanzas de Jesús, me comprometo a:

Cultivar mi Relación con Dios Padre y Madre a Través de la Oración Auténtica.

Líderes Comunitarias y Defensoras de Derechos Humanos con un Fundamento Espiritual: Muchas mujeres en Centroamérica han liderado movimientos sociales y de derechos humanos, a menudo en contextos de gran adversidad. Su valentía y resiliencia no solo provienen de su compromiso social, sino también de una profunda vida de fe y oración. Acuden a Dios con sus dolores, sus miedos por la justicia y sus esperanzas de cambio, buscando dirección y fortaleza. Piensa en líderes indígenas, campesinas o de organizaciones de base que encuentran en la oración su sustento.

Un Llamado a la Acción para Cada Mujer

Querida amiga, Lucas 11:1-13 no es solo un texto bíblico más; es una invitación personal de Jesús a una vida de oración profunda y significativa.

  • No te desanimes si sientes que no sabes cómo orar. Comienza con el modelo del Padre Nuestro y personalízalo.
  • Sé persistente. No te rindas ante la primera dificultad o la aparente falta de respuesta. Tu persistencia refleja tu fe.
  • Confía en el carácter de Dios. Él es un Padre bueno que anhela darte lo mejor, incluyendo Su Espíritu Santo.

Así que, levanta tu voz, derrama tu corazón, presenta tus anhelos y tus cargas ante Él. Él te escucha. Él te ama. Y Él te responderá.

lucas 11

El Clamor del Corazón de una Mujer Orante

En el silencio que la noche teje ya, una mujer dobla su rodilla, su alma clama. No hay palabras de adorno, ni frases de ilusión, solo el suspiro hondo de su corazón.

Sus manos se entrelazan, su vista busca el cielo, en cada lágrima, un ruego, un anhelo. Por los hijos que crecen, por los sueños que esperan, en la honestidad desnuda, su fe se esmera.

No teme mostrar grietas, ni dudas, ni dolor, pues sabe que Dios mira con tierno y puro amor. En el clamor que sube, sin miedo ni disfraz, encuentra su consuelo, su fuerza y su paz.

Norma Melara

El Salvador

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