Deseamos ver imágenes de Dios -padre y madre- que nos ayuden a transformar, donde se destaquen dones y talentos de nuevas posibilidades de redención.
Y en cuanto al lenguaje no queremos seguir escuchando que hay roles de hombres y mujeres totalmente estereotipados porque con ello se alienta la dominación masculina-patriarcal y la subordinación de la mujer.