#adviento2023 LA ESPERA EN UN MUNDO DE DUEÑOS

LA ESPERA EN UN MUNDO DE DUEÑOS
LA ESPERA EN UN MUNDO DE DUEÑOS

Esperar la llegada de Jesús en un barrio arrinconado de una gran Ciudad de Colombia es una alegría inmensa para la gran mayoría de habitantes, pues es el único tiempo en el que algunas fundaciones e iglesias anotan a los niños y niñas para unos regalos, los que en la mayoría de los casos son tocados y al instante se desbaratan, ya que la idea nos es que los niños desplazados por las violencias que generan quienes se adueñan de las tierras, tengan regalos, sino, tomarse la foto pal negocio, así que ingenuamente las familias que están en estos asentamientos, son presa fácil para estos señores que los usan descaradamente para generar grandes cantidades de dinero, además, es la única oportunidad de la gran mayoría de familias, que sus niños y niñas tengan un juguete en las manos.

Las madres de este sector, se embarazan sin premeditarlo, sólo siendo humanas y viviendo sus deseos, así que el milagro de la vida surge aún sabiendo que habrá necesidades básicas, con la fe impuesta de que Dios proveerá, así, no hay protesta sino resignación.

Así la espera del niño Jesús, se combina con las carreras que pegan los niños a cantar las novenas en la mayoría de sitios posibles, de la navidad lo único que saben es que Jesús llega cargado de regalos para todo el que esté en la lista, además de un poco de natilla y un buñuelo, ya que esta es una costumbre muy colombiana.

Así que acá también hay alegría, aunque nunca se sabe cuando la familia no va a estar completa ya que los dueños de la vida de todos y todas son los paramilitares que tienen dominio sobre todos los sectores donde tratan de estar en este mundo las familias desplazadas.

LA ESPERA DE UNA NADIE

LUCAS 1, 26-38

  1. A los seis meses de estar arrimados donde mi tía en el sector Manantiales, después de ser desplazados por la guerra desde nuestra finca en Uramita, llega mi padre con dinero que le adelantó el jefe, para comprar un terrenito y así poder hacer nuestra casita, era el milagro que esperaba mi padre, para levantar un plástico e irnos a vivir ahí.
  2. soy una niña de 16 años llamada Natalia, vivo con mi papa que le toca estar fuera de casa la mayoría del tiempo, debido a su trabajo, y mi madre quien trabaja cerca a la casa lavando ropa a otras familias.
  3. Mirando mi prueba de embarazo, me digo: ¿El señor está conmigo?
  4. turbada por la preocupación de estar entre el barro, sin casa, sin comida, su conciencia le habló:
  5. No desconfíes Natalia, un hijo o una hija no puede ser un problema, tampoco mi bendición, es el regalo de la vida creciendo en mí, debe ser un gran milagro.
  6. Voy a parir un hijo o una hija y lo llamaré Matías, o Alejandra. 32. Para mí, será el ser humano más importante, trataré de que sea bueno, será un hijo amado por Dios, lo llamarán regalo de Dios, la bendición de la familia, toda la creación está hecha para que viva bien, 33. tendrá descendencia que será mi continuidad en este mundo y él tampoco tendrá fin, porque cuando deje de existir seguirá en la naturaleza y en las enseñanzas que dejará para otros y otras.
  7. Natalia se dijo así misma: ¿cómo sucederá todo lo que estoy pensando si no tengo la experiencia ni como madre ni como mujer que conforma una familia?
  8. Se contesta así misma: Toda vida es sagrada es de Dios y mi espíritu se llenará de gran felicidad y agradecimiento por la vida de mi criatura, no me faltarán fuerzas para hacer todo lo que tenga que hacer para que esté bien y sea una persona buena, para que sea digno hijo de Dios procuraré que tenga una conciencia del amor por los demás, así como me ha enseñado mi familia, que aún en los momentos difíciles nos unimos a cuidarnos.
  9. Así como otras mujeres en circunstancias más difíciles que yo, casi con imposibles, no les ha faltado amor y fuerza para acompañar a sus hijos en su camino por este mundo.
  10. Dios o la Diosa que nos da la fuerza para vivir los momentos difíciles, me dará la fortaleza para que todo sea posible y así mi hijo o hija tenga de vida plena.
  11. Se responde así misma: -Aquí estoy, dispuesta, atenta, llena de amor, llena de gozo, llena de energía para afrontar todo lo que me viene con mi hijo o hija.

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