#8M2023 LA ESPERANZA TIENE NOMBRE: LA MUJER PORTADORA DEL REINO

Mujeres empoderadas por el don bautismal

2023 (1)

Sí, hay esperanza en referencia a la mujer como portadora del Reino de justicia, de paz y de amor. Las mujeres que hemos sentido el auge del Concilio Vaticano II[1], sufrimos dolores de parto. También sentimos el aggiornamiento, la apertura, en muchos niveles. Se han dado a luz infinitas nuevas realidades sostenidas por laicos cristianos. Y vino la resaca de los años noventa plus un clericalismo en plan frenazo que da pena. El Papa Francisco lo explicó así: “Detrás de todo el rígido clericalismo hay serios problemas… El clericalismotiene como consecuencia directa la rigidez, además sufre de una fijación moralista exclusiva por el pecado de gula y lujuria y se olvida de otros pecados más graves: orgullo, arrogancia, dominio”[2].

El don bautismal nos afirma en el hecho de que cada mujer cristiana tiene derecho a vivir y concretar el carisma que percibe como don. Se merece todo el apoyo, la formación profunda y adecuada y el acompañamiento preciso para prolongar la encarnación de Jesús en ella misma. En coherencia con esta exousia, este poder, que significa el sacerdocio inclusivo de los fieles, cada hombre y cada mujer tiene derecho de estrenar su carisma profético y su realeza, los dones y derechos  que radican en el don sacramental bautismal[3].  

Como bautizada, cada la mujer ha recibido un don, un carisma particular para transformar el mundo con el poder del AMOR Fontal, sacramental-trinitario recibido[4]. Las últimas décadas han dejado los cuerpos de mujeres de la vanguardia eclesial en alerta continua. Estamos muy experimentadas en las brechas eclesiales, cada paso de avance ha sido muy costoso y esto cansa mucho. Nos puede venir la tentación de un cierto desánimo, o la famosa “resignación cristiana” que algunas bien lo aprendieron. Eso lo digo como testiga siendo miembro de una comunidad misionera con centenares de mujeres teólogas cuyos rostros, especialmente de las que eran jóvenes adultas en tiempos del Concilio Vaticano II, reflejan los surcos que la historia ha dejado en su cara. Mi comunidad que se llama VERBUM DEI nació dinamizado por el auge del Concilio Vaticano II en 1963. 

Cooperadoras de un sueño eclesial - Kirchentraum

Reconocí en el fundador que fue hombre profético, el Padre Jaime Bonet (1926-2017), un constructor de un sueño eclesial. En alemán lo llamamos “Kirchentraum”. Él  proyectaba un cuerpo de mujeres consagradas, profetas, predicadoras, pensadoras, teólogas, escritoras, capaces de llevar a cabo una evangelización de calidad por los medios propios del carisma. Por ello desde el inicio les propuso a todas estas mujeres los estudios teológicos equiparados a los requisitos para el ministerio ordenado, añadiendo otros que pudieran complementar la formación de estas mujeres. Pero el objetivo no era el estudio, sino que este fuera un medio para SER y ESTAR presentes en la Iglesia, desde nuestra identidad femenina y nuestro carisma apostólico, haciendo patente  un aporte específico de la mujer seguidora de Cristo en la predicación de la Palabra. A este sueño se asociaron matrimonios y varones – todos llegamos a ser aprendices del nuevo paradigma de un pueblo de Dios de iguales en diversidad.

Hoy, 60 años después de la apertura del concilio, especialmente a las mujeres las tienes ahí –con marcas de mujeres valientes y luchadoras incansables, evangelizadoras que han tomado su lugar. En virtud de tener el don de la evangelización por medio de la oración y el ministerio de la palabra, han predicado las homilías en misa y se han ido abriendo camino en lugares de misión. Tienen marcas, son sacramento.

Incluso  El País, periódico liberal español, se ilusionó con una cierta apertura eclesial y puso el titulo: “El papa Francisco apuesta, moderadamente, por las mujeres” – “El Pontífice ha nombrado a una decena de féminas en altos cargos pero estas siguen apartadas de la cima del poder en el Vaticano”[5]. En lenguaje teológico: Se considera a la mujer apta para servicios de alto rendimiento, pero no se da salida al reclamo vocacional de infinitas mujeres que se sienten llamadas por Dios al diaconado y al sacerdocio sacramental, identificando su don con un ministerio que configura la expresión y pastoral de la Iglesia Católica.

Affidamento” – la fuerza de unos lazos eficaces  de amistad entre mujeres

Muchas mujeres teólogas, especialmente los que han ido trabajando en comunidades eclesiales o la curia diocesana se han reconocido cansadas. Su cansancio se une con el de tantas mujeres que se sienten excluidas y entregadas a agresiones diarias, calladas y públicas; subliminales y a plena luz del día. Cansadas de los que quieren manejarlas a su antojo, usando su humildad  para defender prácticas de exclusión  que sólo representan la inconsciencia de una cultura patriarcal subyacente en las normas eclesiásticas y aquellos discernimientos del Código de derecho canónico, que son obviamente coyunturales. Para ello se trata de reivindicar y valorar lo nuestro femenino frente a nosotras mismas.

Tomar conciencia de nuestro valor y del valor de lo que tenemos, sin despreciar ni poner en causa el valor de lo diferente. Tomar conciencia de mi valor y el valor de las otras mujeres, para reforzar entre nosotras y en comunión con los otros estos lazos fraternos, como estas mujeres en los principios del movimiento de mujeres en Italia, iban hablando de la necesidad del affidamento[6].  Se trata de querernos mucho. Necesitamos mirarnos como nos mira Jesús, que es quien nos ha llamado y nos ha dado los dones y capacidades que quiere que le entreguemos. Llama la atención el papel que Jesús ha asignado a la mujer al visualizarla como portadora de Reino en la parábola de Lucas 13, 20-21 dándole el rol clave en la  expansión del Reino: Habla del principio fermento y masa.  "Y volvió a decir: ¿A qué compararé el reino de Dios?  Es semejante a la levadura que una mujer tomó y escondió en tres medidas de harina hasta que todo quedó fermentado". Lo podemos ver en clave de la subversión del fermento metido en la masa. Es el mismo Jesús quien ve a la mujer así y juzga, que el Reino se hace presente con la dinámica del fermento, desencadenando así, de forma subversiva, un proceso vivo que tiene una dimensión expansiva.

Afirma Dolores Aleixandre en “Círculos en el agua”, “Entonces, creer que el Reino es como la levadura supone creer que existe algo capaz de levantar esa masa tan mal amasada de la relación del hombre y de la mujer dentro de la Iglesia”[7].Es Él, quien conoce nuestro verdadero valor, quien quiere que ocupemos nuestro lugar en la comunidad, en la Iglesia, en la sociedad y en el mundo. Dios es quien nos ha dado ese lugar, sería una descortesía, una falta de amor y responsabilidad no ocuparlo. Por esto, nadie nos tiene que poner, ni tampoco nadie tiene que quitarse para hacernos espacio. Solo se trata de ocupar nuestro propio espacio, vivir nuestra llamada y carisma particular.

Jesucristo es quien integra los gestos subversivos de cada mujer en este orbe, como expresión de su Reino que irrumpe en nuestra vida impulsando una profunda transformación, hasta que todas las realidades sean compenetradas por el amor trinitario en su diversidad.  Mujeres que en todo lugar y tiempo viven la audacia de innovar las comunidades y la sociedad desde el evangelio para hacer llegar el evangelio a los confines de la tierra, hoy llamadas periferias existenciales.

"Y volvió a decir: ¿A qué compararé el reino de Dios?  Es semejante a la levadura que una mujer tomó y escondió en tres medidas de harina hasta que todo quedó fermentado". Este texto nos hace pensar sobre cómo ser apóstolas y predicadoras en nuestros contextos sociales y eclesiales para lograr con nuestras vidas y con nuestras estructuras la mayor eficacia en el anuncio del evangelio. ¿Quién nos impide hoy mismo poner las manos en la masa?

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Angela Reddemann (Recklinghausen - Westfalia-Alemania, 1960) es misionera del Verbum Dei. Ha desarrollado su actividad pastoral en destinos tan dispares como Australia (en la ciudad de Sídney),  España, Alcalá de Henares;  México, Guadalajara  o Múnich (Bayern).  Licenciada en Teología dogmática (1989) con la tesina: “La autorevelación performativa de Dios como oferta de  COMUNIÓN en el Concilio Vaticano II” es Doctora en Teología Católica (Universidad de Bonn - Alemania, 1992) con el tema del “Discernimiento de la Voluntad de Dios como dinamizador de la acción humana”.

La apasiona el tema de la percepción y del  discernimiento de la Vida y del Amor. Ella ha ido acompañando diferentes Cursos de formación de misioneras (Centro Misionero VD  de Siete Aguas, Valencia  y de Loeches)  y comunidades pilotos de formación. Se ha graduado como Experta en Eneagrama (2003 Múnich) y es Acompañante certificada desde la Orientación Gestalt (2012 Múnich y 2020 Manchester UK). En el año 2021 hizo un Diploma “Abuso perpetrado a religiosas” del Centro de la PU Gregoriana y la UP de México para mejor acompañar  la realidad del abuso espiritual y de poder en comunidades cristianas.

Actualmente imparte clases de Antropología Teológica, Ecumenismo  y Teología Sacramental  en el Instituto Teologico San Pablo Apóstol  Campus del VERBUM DEI Loeches-Madrid. De su infancia en una aldea de la reserva natural de Westfalia  nació una sensibilidad para una espiritualidad holística  y una llamada de responsabilidad socio-política. Comunicar el despertar a una relación viva con Cristo y la búsqueda de caminos de transformación  desde el Evangelio la apasionan.

[1] (11.10. 1962 -  8.12. 1965)

[2] La transcripción del diálogo publicado por La Civiltá Cattolica sobre el encuentro del papa Francisco con los jesuitas de Mozambique y Madagascar este jueves 26 de septiembre de 2019. Cfr. https://es.aleteia.org/2019/09/26/papa-francisco-una-de-las-fijaciones-morales-del-clericalismo-es-el-sexo/

[3] Cfr. LG 10

[4] Eckholt, Margit: Ciudadanía, sacramentalidad de la iglesia y empoderamiento de las mujeres. Observaciones para una nueva teología públicaen: Stromata, ISSN 0049-2353, Vol. 64, Nº. 1-2, 2008, págs. 15-25, 17.

[5] https://elpais.com/internacional/2021-11-14/todas-las-mujeres-del-papa-francisco.html

[6] El affidamento en: Debate Feminista, Vol. 7 (marzo 1993), pp. 288-291

Published by: Centro de Investigaciones y Estudios de Género (CIEG) of the Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) - https://www.jstor.org/stable/42624125

[7] Dolores Aleixandre, Círculos en el agua, Sal Terrae – Malinao 1997, 197.

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