A veces no entiendo lo que pasa, qué me quieres decir con ello, y necesito que me repitas no una vez, sino todas las necesarias, hasta comprenderte. Bueno si es que eso quieres, porque en algunas ocasiones guardas silencio.

No sé si te canses de repetírmelo, porque a veces, yo sí por tratar de entenderte. ¿Sabes? en muchos momentos la tensión de lo que pasa es tan difícil, que requiero, una y otra vez recordar y confiar lo que me has dicho en tu Palabra. "Porque yo el Señor soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha y te dice: No temas, yo te ayudo". Is 41,13. Me pides confianza absoluta en Ti al mismo tiempo que siga trabajando en y por tu Reino.

Este tiempo de Adviento significa espera por Ti, por celebrar tu nacimiento, sin embargo pareciera que te diluyes entre tanto consumismo, hambruna, desaliento, indiferencia, violencia, luces o adornos que ya no son esferas o flores de nochebuena, objetos con un significado. He visto las calles atiborradas de personas comprando objetos tan absurdos para el adorno de esta temporada, tales como cascos de futbol americano, o mariposas para el árbol de navidad. Pero casi nadie frenéticamente se desvive por comprar un pesebre que le sirva para recodar que es vital vivir de acuerdo a lo que enseñas desde tu nacimiento. 

Es tan fácil perderse en este ambiente, que nos degrada como individuos creados a tu imagen y semejanza, porque nos induce a ese marasmo de egoísmo y consumo desmedido. Y no hacerlo, hasta puede causar molestia y rechazo de los demás.

Yo te espero, sí, pero mientras dime cómo comparto el pan con tantos hambrientos, dime cómo me seco las lágrimas ante tantos feminicidios, dime cómo puedo entonar un canto de espera gozosa, si miles tienen sed de esperanza hoy. Dime Señor del amor, cómo esperar por Ti entre tanto desaliento e injusticias, dime cómo le hago para confiar por Karim y enjugar sus lágrimas y mitigar sus miedos. Dímelo por favor.

Si, si..., sé lo que me has dicho muchas veces: Por eso te di la vida. Has tu parte y también que cada uno haga lo suyo. Para que así haya un mundo de justicia y paz. Lo demás déjamelo a Mí, confía en Mí.

Señor Dios, por favor que en este lapso de Adviento, seamos muchos que confiando en tu Palabra, esperemos trabajando, solidarizándonos con los más despreciados y débiles. Que creyéndote, aún entre tanta injusticia, sigamos esforzándonos en confiar en Ti, pues tu tiempo es perfecto y nuestras acciones si cuentan.

¡Gracias por este tiempo de Adviento, de mi esperanza por Ti, de tu Amor por mí. Te agradezco tu paciencia continua enseñándome a esperar en Ti, al igual que me muestras que Tú esperas también en y de mí!