#retopascual2024 GUIADA POR LA MISERICORDIA PASCUAL

GUIADA POR LA MISERICORDIA PASCUAL
GUIADA POR LA MISERICORDIA PASCUAL

Las ovejas son animales casi ciegos con un oído extraordinario. Por eso cuando identifican la voz o el ritmo único del cayado de su pastor, lo siguen confiando en él. Lo he visto con una pastora que he conocido. Pero también es cierto que dependiendo de cómo sea el pastor o pastora es cómo le va al rebaño.

Cuando escuché por primera vez un testimonio de una persona bajo circunstancias adversas y muy dolorosas, que confiando en la misericordia amorosa de la Madre/Padre, imploraba su protección con el Salmo 23 Del Buen Pastor, quedó como una huella imborrable en mi ser desde hace 34 años.

La liturgia ha establecido que el 4° domingo pascual sea dedicado al Pastor eterno, a Jesús, el Hijo de Dios altísimo. Y durante toda la semana, se verán aspectos de cómo Jesús ejerce este oficio. Pero algo que todas las lecturas alusivas tienen son aspectos como: misericordia, guía, cuidado, protección, amor, atención, orientación.

Por eso cuando no sólo creo, sino que también vivo, la bondad infinita y el cuidado prodigado del Buen Pastor, agradecida digo: "Tú eres mi pastor y nada me falta". Sal 23,1

Yo viví de su pastoreo hacia mí, en una situación como la de la alabanza de Eran cien ovejas:

Las noventa y nueve dejó en el aprisco

Y por las montañas a buscarla fue

La encontró gimiendo, temblando del frío

Ungió sus heridas, la tomó en sus brazos y al redil, volvió

Y solo gracias a sus cuidados es como he podido permanecer en el redil, en la Iglesia. ¡Muchos creen que ser Iglesia es fácil, pues no! Realmente es una decisión que se necesita estar renovando todos los días. Porque en la Iglesia habemos muchos con demasiados errores, y a todos se nos da cabida amorosamente, aunque también a cada uno se nos va capacitando para ser Iglesia con otros que no lo saben o no lo son y que también son necesitados. Esta decisión implica trabajo, esfuerzo, cuidado que en muchas ocasiones ni siquiera es reconocido y menos tomado en cuenta. Pero que uno sabe que lo que está haciendo es siguiendo el ejemplo de manera imperfecta pero si con decisión del maestro, del Buen Pastor.

Ayer domingo en el evangelio se dijo: "Yo soy el buen pastor. El buen pastor da la vida por sus ovejas" Jn 10, 11. Y he vivido de forma directa ese darse de Jesús por mí. Nada más me basta con mirarlo en la cruz para saberlo, para sentirlo. Y si observo con cuidado, para todos lados que volteo, veo también que lo hace por cada uno. Y muchos ni siquiera se dan cuenta, otros lo rechazan, y muchos más lo ignoran. No obstante sigue perseverando por cada uno, para regresarnos conduciéndonos a los brazos amorosos de la Madre/Padre celestial. Pero a medida que vamos siguiéndolo, es más fácil reconocer su Voz, conocerlo y esforzarnos en seguirlo.

Así toda la vida. Porque cuando uno cree en esto y entonces lo vive, la vida toma sentido y todas las alegrías se magnifican y los problemas se resuelven con mucha mayor facilidad.

Volver arriba