#sentipensares HULDA, MUJER CON AUTORIDAD
2 REYES – 2 CRÓNICAS 34
| Karla Escobar M
HULDA: 2 REYES – 2 CRÓNICAS 34
La relectura bíblica en clave de género de Irene Foulkes, nos adentra en una especie de intimidad con una
mirada propia a textos bíblicos que buscamos analizar y reforzar la fe y no necesariamente en el Dios que se
nos ha mostrado. La autora, nos entrega cinco claves para estructurar esta relectura, a saber; a) Descolonizar
nuestra mente, lo que apreciamos cotidianamente en la forma en que vivimos en sociedad; b) Elaborar las
categorías a trabajar en el texto, que en doctrina podría verse como las cualidades de opresión traídas al
concepto de interseccionalidad que acuña Kimberlé Crenshaw, en que interaccionan categorías
diferenciadoras en la vida, prácticas sociales, instituciones, cultura, entre otras, de las personas que se
entrelaza con, c) Analizar la exclusión de la mujer de textos androcéntricos; d) Reconstruir la presencia de las
mujeres en los textos bíblicos, como en el caso de estudio, y por último, e) Poner el texto y su contexto en el
diálogo con nuestro contexto. A continuación, se desarrollaran estas claves de manera de conocer, reconocer
y encontrar el legado de una tremenda mujer de fe, cuya categoría de análisis se sitúa en el sólo hecho de ser
mujer, del que nace el realce de su vida, quizá invisibilizada, poco conocida, pero está en el relato Bíblico y
descubrirla ha sido una bendición.
Introducción, breve reseña histórica.
La historia de Hulda se encuentra en el Antiguo Testamento de la Biblia, en el libro de 2 Reyes (capítulo 22) y
en 2 Crónicas (capítulo 34). Hulda es una profetisa que desempeñó un papel importante durante el reinado
del rey Josías de Judá. El contexto histórico de Hulda, remonta al reinado de Josías, entre los años 640 y 609
a.C. Durante su reinado se encontró el libro de la Ley del Templo, conllevando a una serie de reformas para
volver a la adoración del Dios de Israel y con ello erradicar la idolatría. Se especula que probablemente dicho
libro era el Deuteronomio, en ese entonces el rey Josías buscaba purificar el culto en Judá, y regresar a las
prácticas y leyes establecidas en la Torá, lo que implicaba eliminar altares paganos, restaurar el culto en el
Templo de Jerusalén y restituir las prácticas religiosas desde los preceptos del libro descubierto. Cuando se
descubre este libro, Josías envía a sus consejeros y sacerdotes a consultar a la profetisa Hulda y conocer el
contenido del libro y con ello el destino de Judá. Hulda con mucha seguridad, confirma la autenticidad del
libro y relata que el juicio de Dios caerá sobre Judá debido a la apostasía y la desobediencia. Pese a ello,
asegura a Josías que debido a sus esfuerzos por volver a Dios, su reinado será pacífico.
Este contexto, está marcado por un periodo de transformación y reforma, y Hulda, destaca en liderazgo y
autoridad, características predominantemente masculinas, para interpretar las Escrituras y profetizar,
evidenciando con esto la importancia de las mujeres en la esfera espiritual y religiosa de Israel, en que se
buscaba la orientación divina en esta época de renovación.
Hulda
Hulda, cuyo nombre significa “comadreja”, que según la tradición rabínica se le da ese nombre porque en
lugar de llamar Rey a Josías lo llamó “hombre”. Hulda es una de las siete profetisas, según la tradición judía,
(Sara, Miriam, Débora, Ana, Abigail y Ester). Estas personas afirmaban estar comunicando un mensaje divino.
Según la misma tradición, Hulda era descendiente de Rahab, por lo que se podría señalar que era del mismo
linaje de Jesús. Hulda era casada y tuvo un hijo (no se mencionan más) y su marido trabajaba para el rey.
Hulda es la única profetisa mencionada en la monarquía y habría dirigido una Academia en Jerusalén. El
esposo de Hulda era un hombre noble razón por la cual, la tradición rabínica interpreta que Hulda era profetisa
como resultado de una recompensa por las buenas obras de su marido. Lo anterior, debido a que la época de
Hulda era altamente patriarcal en que se denigraba a las mujeres, los hombres daban gracias por no haber
nacido mujeres, se les exigía que mantuvieran la cabeza cubierta en sujeción a los hombres, no se les permitía
entrar al templo, había un contrato de propiedad entre el padre de una hija y el marido, se debían parar
detrás de los maridos, en rigor, eran inferiores a los hombres. Con dichas enseñanzas rabínicas, se reafirmaba
que el don de Hulda era por su esposo. Sin perjuicio de ello, Dios escogió a Hulda para presentar su palabra
con total autoridad. En circunstancias que habían otros profetas y sacerdotes a quienes consultar, como
Jeremías, Nahúm, pero Hulda fue la escogida (1).
Hulda fue una mujer instruida de la palabra de Dios, conocedora de la ley, pese a que por la época, no todas
las personas aceptaban que una mujer tuviera “esa habilidad” de profetizar. Hulda, era consejera, sabia,
serena, compasiva, una guía espiritual, prudente, mediadora, de escuchar atento, pero de voz firme y con
autoridad que pese a lo que provocaba su rol de autoridad femenina en un contexto dominado por los
hombres, tenía tanta convicción y fe, que hizo oír su voz en espacios no bienvenidos al nivel de influir en una
nación, pues su misión era enseñar lo que debían hacer el rey Josías y los sacerdotes. Si bien, sus profecías
eran duras para Israel, el hecho que Josías comprendiera lo que Hulda leyó en el libro, movió a misericordia
al Señor.
Las características de Hulda desde una perspectiva feminista, es muy reveladora, pese a que no tiene un rol
protagónico ni su nombre resulta cotidiano de escuchar en las iglesias, se destaca su liderazgo y autoridad
femenina, en un momento histórico que el liderazgo y autoridad eran masculinos, si embargo ella, siendo
mujer ejerció autoridad y sabiduría espiritual las que eran respetadas y reconocidas, a diferencia de casi la
mayoría de las mujeres de la Biblia, en que Hulda impacta la vida política y religiosa de la nación
proporcionando una interpretación que guía un momento de crisis, tal habrá sido la cercanía de Hulda con
Dios que discierne y comunica su voluntad, lo que muestra que para Dios ni el conocimiento espiritual, ni la
sabiduría están limitados por el género o el sexo. A modo de opinión, esto aún es visto como un desafío, pues
a las iglesias y religiones les ha servido mantener a las mujeres en roles subordinados. ¿Y qué hace Hulda?,
recupera el papel y su voz en la historia religiosa y espiritual al estar incluida en el relato Bíblico y que además,
el consejo que entrega al rey Josías fue decisivo en la reforma religiosa de dicho momento, Hulda desafía los
estereotipos tradicionales sobre el rol de las mujeres, que en lugar de ser simbolizadas como figuras
dependientes, ella mostró que podía ser lideresa y una figura clave en las decisiones de la comunidad.
En concreto, Hulda destaca como autoridad espiritual, cuestiona y desafía las normas patriarcales de su
tiempo, representando un poderoso liderazgo femenino en un contexto históricamente patriarcal.
Conclusiones:
La historia de Hulda trae consigo diversos misterios, una comadreja que se mueve sigilosa, desentraña
misterios. Espiritualmente podríamos decir, que las comadrejas son animales que no le temen a las serpientes,
hasta pueden llegar a comérselas, lo que nos puede evidenciar, que el espíritu de Hulda, su dependencia y
confianza en Dios, no la hacía temer.
Hulda le vuelve a enseñar-mostrar, las alabanzas de los antepasados al rey Josías, quien buscaba volver a
adorar a Dios y levantar el Templo, es ella quien juega un papel fundamental, pues enseña la correcta
interpretación de la palabra de Dios, ella entendía lo que es la adoración, pues sabía quien era su Dios. Y hoy
en nuestros días, tomamos su legado, de manera de mantenernos firmes en nuestra fe, en confiar con
convicción en Dios, buscar la alabanza grata para él y dejar de lado todas las limitaciones que por tantos años
nos han hecho tanto daño. Dios nos dignifica día a día.
(1) Artículo Académico. Brenda Griffin, “Mujeres de la Biblia, Pasajes Bíblicos/Estudios” (2003).
Diplomado de Teología Feminista “Fundación Vasti”