#LectioDivinaFeminista Hoy mismo, es el momento para nuestro envío como tejedoras de la Palabra

Lucas 1, 1-4; 4, 14-21
| Mayte Olivares Cruz
Lectio (Lectura)
"lustre Teófilo:
Puesto que muchos han emprendido la tarea de componer un relato de los hechos que se han cumplido entre nosotros, como nos los transmitieron los que fueron desde el principio testigos oculares y servidores de la palabra, también yo he resuelto escribírtelos por su orden, después de investigarlo todo diligentemente desde el principio, para que conozcas la solidez de las enseñanzas que has recibido.
En aquel tiempo, Jesús volvió a Galilea con la fuerza del Espíritu; y su fama se extendió por toda la comarca. Enseñaba en las sinagogas, y todos lo alababan.
Fue a Nazaret, donde se había criado, entró en la sinagoga, como era su costumbre los sábados, y se puso en pie para hacer la lectura. Le entregaron el rollo del profeta Isaías y, desenrollándolo, encontró el pasaje donde estaba escrito:
«El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido. Me ha enviado a evangelizar a los pobres, a proclamar a los cautivos la libertad, y a los ciegos, la vista; a poner en libertad a los oprimidos; a proclamar el año de gracia del Señor».
Y, enrollando el rollo y devolviéndolo al que lo ayudaba, se sentó. Toda la sinagoga tenía los ojos clavados en él.
Y él comenzó a decirles: «Hoy se ha cumplido esta Escritura que acabáis de oír».
Meditatio (Meditación)
Este domingo, el Evangelio de Lucas nos abre un horizonte fascinante sobre la vida de Jesús. En un inicio, el evangelista deja claro que su propósito es narrar con detalle cada suceso de la historia de Cristo. Luego, con un salto al capítulo 4, contemplamos el momento en que Jesús inicia su vida pública cumpliendo la profecía de Isaías. Con firmeza, declara: “Hoy se ha cumplido esta Escritura que acaban de oír”. Esta expresión, “Hoy”, no se refiere solo a un instante dentro de la narración, sino que atraviesa el tiempo y el espacio, invitándonos a descubrir que la gracia de Dios no es cosa del pasado, sino una realidad que se hace presente en cada instante de nuestra vida.
Jesús se anuncia a sí mismo como el Mesías, el gran liberador que rompe las cadenas de nuestro egoísmo y nos sana la ceguera de no ver más allá de nuestro propio yo. Él es la Palabra eterna que viene a nosotros para levantarnos y enviarnos a proclamar la Buena Nueva: la alegría de saber que Dios está aquí y ahora, siempre dispuesto a transformar nuestro corazón.
La segunda lectura de este domingo, tomada de la carta de San Pablo a los Corintios, refuerza esta perspectiva comunitaria. Nos recuerda que somos un solo cuerpo en Cristo, llamado a glorificar a Dios con cada uno de nuestros dones y acciones. Todas y todos, sin distinción, somos parte fundamental de ese cuerpo, cuyo objetivo es irradiar el amor divino a toda la creación.
La propuesta de Lucas nos convoca a ser testigos de la presencia de Dios en cada momento, especialmente en nuestro aquí y ahora. Así como Jesús proclamó el “año de gracia”, nos toca a nosotras y nosotros ser portadores de esa gracia, prolongando su testimonio a través de nuestras palabras y obras cotidianas.
Este “Hoy” al que Lucas alude sigue resonando en cada uno de nuestros días. Es un llamado a ser la voz que anuncia la llegada del Reino, el corazón que late con compasión y las manos dispuestas a servir. Sigamos a Jesús, consciente de que, como comunidad, somos parte de esta historia sagrada. Con la fuerza del Evangelio y la solidaridad de todos los miembros del Cuerpo de Cristo, construyamos el Reino de Dios, aquí y ahora, a cada instante. ¡Hoy se ha cumplido, y hoy podemos seguir cumpliéndolo!

Oratio (Oración)
Señor Dios: Madre/Padre,
Tú que enviaste a tu único hijo como fiel testimonio de tu amor, y que le manifestaste a través de la lectura en aquella sinagoga de Galilea su misión liberadora y evangelizadora, manifiesta en cada una de nosotras tu amor y misión para mayor gloria de tu nombre y para el bien de toda la hermana humanidad.
Amén.
Contemplatio (Contemplación)
Contemplate dentro de aquella sinagoga, eres una espectadora/espectador más, ve a Jesús y escucha leer aquel texto del profeta Isaías, deja que resuenen en ti las palabras: «Hoy se ha cumplido esta Escritura que acabáis de oír». ¿Qué te produce esta oración? ¿Cómo toca esta sentencia a tu corazón? Después imagina que Jesús te dice: ¿Qué profecía se cumple hoy en ti y cómo has de ejecutarla? Contesta con honestidad, pide te acompañe en tu caminar.
Actio (Acción)
En este tiempo de reflexión, te invito a profundizar en ti, en recordar aquellos momentos donde te sentiste invitada/invitado por Jesús, recordar tu vocación al servicio ¿recuerdas esos momentos donde sentiste la plenitud haciendo comunidad con la otra, con los otros? Pide al Señor la luz para que te permita avanzar y guiarte por tu vocación y hacer comunidad con aquellas/aquellos que más lo necesitan.