Interceder…
Verbo divino que se encarnó en tu hijo y en su madre María.
Logos de la esperanza.
Interceder…
¡Cuántos gestos encierras henchidos de deseo!
Encuentro, abrazo,
llama que otra vez puede arder.
Interceder…
Atisbar viejas sendas extraviadas
y proponer caminos hacia un mundo de paz.
Interceder…
Hacer de curandera
y afirmar que hay heridas que aún pueden sanar.
Interceder…
Buscar en los escombros
los eslabones rotos
y no dudar del arte
que logra reparar.
Interceder…
Palabra redentora
que colma la esperanza de
apostar vivir.
Porque fue intercediendo
que el Cristo de la Vida,
iluminó un sendero
que si con Él caminas
te llevará algún día
hasta la eternidad.
Sarah González López
Puerto Rico