El evangelio de la naturaleza en la belleza de las flores nos habla hoy de Jesús Misionero, quien pasó haciendo el bien, enseñando y curando. Mostrando el camino de la misión, el servicio humilde desinteresado, sin reconocimientos ni primeros puestos. Dar la vida sin reservas, ahí en lo sencillo y pobre junto al que sufre y espera la liberación.
Hoy en el día de las misiones es justo agradecer con el corazón a quienes han sido Rostro de Jesús en nuestro camino, quienes nos han enseñado a leer el evangelio en la vida, con quienes hemos compartido el pan en memoria del Maestro. Gracias por llenar el corazón de vida de sentido.
Que la misión de Dios que nos enseñó Jesús, nos anime a ir con los pies descalzos al encuentro de nuestros herman@s y de la Madre Tierra quien nos acoge en su regazo, y ayuda a reconectar con la Espiritualidad encarnada que nos hace más humanos, asumiendo la vulnerabilidad que nos acerca al prójimo y nos ayuda a cuidarnos mutuamente, a ser bálsamo en las heridas que necesitan sanar.