Jesús, la revolución de la conciencia familiar

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Jesús, la revolución de la conciencia familiar
Jesús, la revolución de la conciencia familiar
Ivonne R. Cruz
08 oct 2025 - 01:09

De vez en cuando pienso, después de haber observado con detenimiento y sin juicios al pasado que muchos de nosotros hemos vivido la vida de nuestros ancestros, del algún ancestro y no la nuestra propia. Es una “elección inconsciente” no lo sabemos, pero no saberlo no evita que lo hagamos. Quizás ni siquiera sabemos si podemos tener una vida propia o no. Y si así fuera, ¿Qué es tener o vivir una vida propia?, ¿En qué consiste esto en realidad?

La ciencia hoy nos habla de etiquetas epigenéticas, de energía, de información, de ADN “basura” que más adelante nos revelaría que de “basura” no tiene nada!!! Entre otras informaciones que intentan describir en suma lo que nos construye, lo que nos compone de cierta forma, por supuesto dentro de la ecuación entra inevitablemente el sistema familiar al que pertenecemos, con todas sus historias, sus miembros, sus elecciones, sus vidas, sus experiencias, con todo! Sin posibilidades de quitar o poner nada, inclusive sus narrativas las cuales comienzan a constituir sin que lo notemos nuestra lente para ver y entender el mundo.

Estamos viviendo en una era en donde la información ya no solo es un derecho sino una parte vital y necesaria para ir a la vida como seres pensantes y sintientes. Tenemos recursos sin fin que nos sirven para dejar de vivir en automático y empezar a ser unos verdaderos revolucionarios de la conciencia familiar. Pero y ¿qué es esto de ser revolucionarios de la conciencia familiar?, tratare de explicarlo desde el revolucionario de la conciencia familiar que por excelencia y sin acceso a internet en su época, remueve cada una de mis reflexiones, mi alma entera si se quiere, remueve mi vida, cada constructo de pensamiento, cada célula, cada átomo, cada quantum que pudiera hacer parte de “mi” haber; Jesús de Nazaret.

Por allá en Mc 3 se narra la tremenda maratón de un día cualquiera en la vida del maestro Jesús, iba, venia, curaba (incluso en sábado), subía, bajaba, en fin vivía esa denominada “vida pública” en donde ya Él había removido el mundo de muchos, había roto cuanto esquema se le ponía delante con la autoridad de la palabra y por supuesto la autoridad que le otorgaba su despampanante coherencia frente a lo que es la vida pública por si fuese poco. En pocas palabras había decidido no vivir la vida de ninguno de sus ancestros, había decidido vivir la suya propia. Esta decisión en perfecta conciencia es lo que le lleva a la cruz. Y no por eso dejo de hacerlo. Esto es la verdadera revolución de la conciencia familiar. Es desconcertar, no es solo romper el molde sino hacerse responsable de las consecuencias de este acto de revolución. Comprender que no actuar desde las lealtades familiares que se esperan tiene consecuencias. Fue este segundo hecho histórico lo que hizo posible la historia de salvación. Y acá un paréntesis porque el primer hecho histórico fue el de María ante la propuesta del creador mediante el anuncio del ángel.

Seguimos, en el versículo 20 y 21, se lee:

“20. Vuelve a casa. Se aglomera otra vez la muchedumbre de modo que no podían comer. 21.Se enteraron sus parientes y fueron a hacerse cargo de él, pues decían: «Está fuera de sí.»”

Al leer con detenimiento todo lo que Jesús había hecho del versículo 1 al 20, es incomprensible como sus parientes en pocas palabras creían que Jesús estaba loco o dicho con mas sutileza, estaba fuera de sí.

Hoy puedo ver que la lente que usaron estos parientes para dar semejante calificativo al estado de Jesús, a sus palabras y a sus acciones, era justamente la lente del molde de la conciencia familiar de su clan. Ellos no podían ver nada más, solo a un loco fuera de sí. Su esquema mental estrecho que respondía en automático a lo que conocían hasta el momento, estaba en crisis con las actuaciones y palabras de Jesús. Todo aquel que no resulta vivir de la misma forma que los que vinieron antes, definitivamente debía estar loco, o fuera de sí.

Por favor, ¡es imperativo ver más allá de la coincidencia! Pensemos en estas denominadas ovejas negras dentro de los sistemas familiares, pensemos en estos incansables buscadores de la verdad, aquellos miembros de la familia que sin importar los juicios decidieron romper el molde aunque esto les llevará a recoger en pedazos su propia historia de vida. Estas mujeres que dijeron no más a la violencia intrafamiliar y huyeron de casa dejando marido y hasta hijos si así fuera necesario, en todos los hijos que decidieron escuchar sus sueños aunque esto les exigiera dejar atrás los mandatos parentales de sus progenitores, en cada niño al que se le dijo; ¡nunca serás nada! Y se transformó en un triunfador, en un conquistador de la vida, de sus propios sueños, de sus miedos, en cada niña a la que se le dijo; que mal! Has nacido mujer! Y creció, creció tanto que al cabo de un tiempo descubrió que su camino era ser inspiradora y protectora de otras niñas, como ella, todos estos como Jesús, son revolucionarios de la conciencia familiar. Podemos entonces empezar a dar respuesta a los interrogantes planteados anteriormente.

¿Qué es tener o vivir una vida propia?, quizás es solo permitirnos ver más allá de lo conocido, comprender que hay otras nuevas formas de vivir que superan los límites impuestos por el clan, y ojo!! Acá no se trata de juzgar como bueno o malo nuestro origen y esta “conciencia familiar” a la que sin duda también pertenecemos, se trata más bien de mirar hacia atrás con amor y decir: Gracias por lo que hicieron, era necesario, les honro y hoy por amor a ustedes decido hacerlo diferente. Decido derribar las barreras construidas con sus miedos y caminar hacia mi cruz, que no es otra cosa que caminar hacia nuestra propia vida, a construir nuestra propia historia de salvación, en apariencia individual, en el fondo en cambio elegir vivir nuestra propia vida es el acto más grande de amor que podemos dar al colectivo, a nuestro sistema familiar lo vean o no. ¿En qué consiste esto en realidad?, en honrar el pasado y caminar hacia el futuro eligiendo aceptar toda realidad tal y como es, cada miembro de nuestra familia tal y como es, sabiendo que todos somos necesarios exactamente como somos, en nuestro tiempo, con nuestras propias búsquedas. Solo esto nos da la fuerza para ir a la vida y hacerlo diferente. Y para terminar, ¿qué es esto de ser revolucionarios de la conciencia familiar? Es vivir a la manera de Jesús, es emular su coherencia, hacer de nuestra vida un acto de amor que respete lo pasado y al mismo tiempo no tenga miedo de caminar hacia el futuro aun cuando nadie lo entienda, aún cuando nuestros parientes digan que estamos fuera de sí, lo que en realidad esta ocurriendo al transformarnos en revolucionarios del sistema es que al fin hemos entrado en sí, cuando la cordura del mundo se cuestiona estamos entrando en la locura de una conciencia mayor, ¡a esto hemos venido! Así que ánimo, la verdadera revolución hoy no se hace en la calle, no se hace en los estrados ni en ningún lugar lejano y de difícil acceso, se hace en nuestro interior, en nuestra propia oscuridad, se hace en el silencio de nuestra intimidad, se hace en nuestra conciencia y desde ahí se proyecta al mundo entero, lo crean o no.

Un saludo fraterno a todos los hipotéticos lectores de esta reflexión, me despido con una pequeña nota mental: La verdadera revolución es un amor que abrace lo pasado y que camine con paso firme hacia el futuro sin miedo a dejar de pertenecer por decidir no vivir la vida de otro sino la nuestra propia. Hasta una próxima oportunidad.

IRCM.

Mujer, teóloga.

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