#LectioDivinaFeminista El Latido Urbano: Poesía y Arte en el Transporte Público

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Lucas 16:19-31: La Parábola del Rico y Lázaro

Nuestra Lectura

Lucas 16:19-31: La Parábola del Rico y Lázaro

Introducción 

El pasaje de Lucas 16:19-31, comúnmente conocido como la parábola del hombre rico y Lázaro, es una de las narraciones más vívidas y confrontadoras en los evangelios. No es una parábola típica en el sentido de que los personajes son anónimos, sino que aquí se les da nombres, lo que le confiere un realismo y una inmediatez particulares. Jesús narra esta historia inmediatamente después de enseñar sobre el uso sabio de las riquezas (vv. 1-13) y de confrontar a los fariseos, quienes eran amantes del dinero (vv. 14-18). Este contexto es crucial para entender el propósito de la parábola.

Contexto Literario e Histórico

  • Contexto Inmediato (Lucas 16:14-18): Los fariseos, al escuchar las enseñanzas de Jesús sobre el dinero (especialmente la parábola del mayordomo infiel), se burlaron de él porque amaban el dinero. Jesús les responde directamente, afirmando que Dios conoce sus corazones y que lo que es estimado entre los hombres es abominación delante de Dios. Luego, hace una declaración sobre la ley y los profetas, y el reino de Dios. La parábola del rico y Lázaro, por lo tanto, sirve como una ilustración vívida de las consecuencias de la actitud de los fariseos hacia la riqueza y la ley.
  • Género Literario: Aunque a menudo se le llama parábola, algunos estudiosos argumentan que se acerca más a una narrativa ejemplar o incluso a una "historia de contraste" debido a la singularidad de nombrar a uno de los personajes (Lázaro). Sin embargo, sigue funcionando con las características de una parábola: usa una historia para comunicar verdades espirituales profundas.
  • Contexto Judío: La idea de un destino post-mortem con recompensas para los justos y castigos para los inicuos era conocida en el judaísmo de la época, aunque las descripciones variaban. La figura del "seno de Abraham" (v. 22) era una metáfora común para el lugar de descanso y honor para los justos después de la muerte. La referencia a "Moisés y los Profetas" (vv. 29, 31) subraya la autoridad de las Escrituras judías como la revelación divina suficiente para guiar la vida y preparar para la eternidad.

En resumen, Lucas 16:19-31 es una poderosa advertencia sobre los peligros de la riqueza sin compasión y un recordatorio de la justicia divina que invierte las fortunas terrenales. Subraya la suficiencia de la Palabra de Dios para guiar a la humanidad hacia una vida que honre a Dios y se preocupe por el prójimo, preparando así un destino eterno de consuelo y no de tormento.

Meditación: "El Abismo a tu Puerta" (Lucas 16:19-31)

Preparación

Siéntate en un lugar cómodo y tranquilo. Cierra los ojos suavemente y respira hondo tres veces. Con cada exhalación, libera cualquier tensión en tu cuerpo. Permítete estar presente en este momento.

Lectura Guiada

Ahora, escucha con el corazón estas palabras de Jesús...

"Había un hombre rico, que se vestía de púrpura y de lino fino, y hacía cada día banquete con esplendidez. Había también un mendigo llamado Lázaro, que yacía a la puerta de aquel, lleno de llagas, y ansiaba saciarse de las migajas que caían de la mesa del rico..."

Imagina esta escena. Mira al hombre rico, sus ropas, la abundancia de su mesa. Siente su despreocupación y su gozo en la vida. Él tiene todo lo que podría desear.

Ahora, mira a Lázaro. Él está cerca, tan cerca que podría tocar la puerta del rico. Siente su dolor, su hambre. Mira sus llagas. Imagina el anhelo de su corazón por algo tan simple como una migaja de pan.

El hombre rico no lo lastima. No lo echa. Simplemente... lo ignora. Él vive su vida, y Lázaro vive la suya, en un abismo de indiferencia que los separa.

Reflexión

Piensa en tu propia vida. ¿Quién es la mujer "Lázara" en tu puerta?

Quizás no sea una persona físicamente a tu lado, pero puede ser la voz de una mujer marginada que has visto en las noticias, la historia de una madre soltera que lucha por alimentar a sus hijos, o la realidad de una comunidad vulnerable que conoces.

¿Qué muros o "abismos" has construido que te impiden ver a ese Lázaro? Quizás es la prisa de tu día, el confort de tu rutina, la distracción de las redes sociales. A veces, la indiferencia es un abismo que nosotros mismos creamos.

Recuerda las palabras de la parábola: el abismo que se creó en la tierra se hizo grande e infranqueable en el más allá. La indiferencia tiene consecuencias eternas. Pero en esta vida, el puente aún se puede construir.

Oración y Compromiso

Toma un momento para hablar con Dios. Pídele que te dé ojos para ver a quienes están a tu lado. Pídele que te ablande el corazón para sentir empatía. Y pídele que te dé la fuerza para actuar.

Haz un compromiso breve contigo misma. ¿Cómo puedes dar la mano a un "Lázaro" esta semana? ¿Qué abismo invisible puedes empezar a cerrar?

Respira en profundidad una vez más, agradeciendo por este momento de reflexión. Cuando te sientas lista, abre los ojos. Que la paz y la compasión te acompañen.

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Contemplación para la Mujer Latinoamericana: El Abismo de la Memoria

 1.Silencio y Respiración

Siéntate en un lugar donde te sientas segura. Cierra tus ojos suavemente y permite que tu cuerpo se relaje. Respira profundamente. Siente el aire entrar y llenar tu ser, y al exhalar, deja ir la prisa, el miedo, la rabia.

Con cada respiración, reconoce que estás aquí y ahora. No en el pasado. No en el futuro. Aquí. En este momento. Eres una mujer valiente, una mujer que ha sostenido el mundo sobre sus hombros. Y en este instante, te sostienes a ti misma.

 2.Presencia y Reconocimiento

Ahora, trae a tu mente la imagen de esa memoria dolorosa que te persigue. No la juzgues. Solo obsérvala. Quizás es un evento del pasado, una injusticia, una pérdida. Imagina que esa memoria es como una niebla que intenta cubrirte. Siente su peso, su textura, su frío.

Y ahora, trae a tu mente la imagen de Lázaro. Lázaro, que yace a la puerta, lleno de llagas. Lázaro no eligió sus llagas, así como tú no elegiste la herida de tu memoria. Él no se avergonzaba de ellas, simplemente estaban ahí. Y a pesar de sus llagas, tenía una dignidad que ninguna riqueza podía comprar.

Tú, mujer, tienes la misma dignidad. Tus heridas, las llagas de tu memoria, no definen quién eres. Te han marcado, sí, pero no te han roto. Son parte de tu historia, no el final de tu historia.

3. Sanación y Sabiduría

En la parábola, el hombre rico muere. Y en el más allá, lo que queda de él no es su riqueza, sino su memoria de indiferencia. La parábola nos enseña que la verdadera riqueza es la compasión, la verdadera pobreza es la ceguera del corazón.

El abismo de la parábola es un espejo del abismo que a veces se abre en nuestra memoria: un espacio donde el dolor nos separa de la paz. Pero tú, mujer, tienes el poder de cruzar ese abismo, no con olvido, sino con sabiduría.

La sabiduría no es olvidar el dolor, sino usarlo para construir. Usarlo para ser una voz para las que no la tienen, un abrazo para las que sufren, un faro de esperanza para otras mujeres que, como tú, llevan el peso de la memoria. Tu dolor puede convertirse en tu mayor fortaleza, tu empatía más profunda.

4. Oración y Empoderamiento

Dialoga con Dios, o con esa fuerza superior en la que crees. Pídele que te dé la fuerza para mirar tu memoria no con ira, sino con la quietud de Lázaro. Solicítale que te ayude a encontrar un propósito en tu dolor.

Hazte esta pregunta: ¿Cómo puedo usar mi herida para sanar a otras? ¿Qué puedo hacer hoy para asegurarme de que el sufrimiento de otras mujeres no sea ignorado, para que no se repita el "abismo de la indiferencia"?

Termina esta contemplación con una última respiración profunda. Exhala el dolor y el miedo. Inhala la fuerza y la esperanza. Eres una mujer fuerte, sabia y compasiva. Que tu memoria sea la fuente de tu poder, y no la cadena que te ata.

Un poema muy representativo de la resistencia feminista de Gioconda Belli es su poema "8 de marzo", que denuncia la desigualdad, la opresión y el sufrimiento histórico de las mujeres, y reclama justicia y reconocimiento. En este poema, Belli expresa con fuerza la lucha de las mujeres contra las múltiples formas de violencia y exclusión que han sufrido, al mismo tiempo que señala la necesidad de surgir con valentía y resistencia:

"Queremos flores del que nos pagó menos por el trabajo más pesadoY del que nos corrió cuando se dio cuenta que estábamos embarazadasQueremos flores del que nos condenó a muerte forzándonos a parira riesgo de nuestras vidas[...]Tantas flores serían necesarias para secar los húmedos pantanosdonde el agua de nuestros ojos se hace lodo;arenas movedizas tragándonos y escupiéndonos,de las que tenaces, una a una, tendremos que surgir.Amanece con pelo largo el día curvo de las mujeres.Queremos flores hoy.Cuanto nos corresponde."

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