Llanto del alma.

Quisiera creer que esto es una pesadilla

Que viene desde el centro de las profundidades de la oscuridad

Donde solo habita el mal, las sombras.

Pero miro a mi alrededor, hay muchas caras sufrientes, cargadas de dolor.

Sus rostros reflejan la ausencia de muchas niñas que hoy no están, la vida les fue arrebatada.

La sangre derramada grita desde el seno de la tierra, el nombre de cada una de ellas.

Mi alma llora de indignación, de dolor, mi alma llora amargamente pidiendo justicia.

Justicia para todas las niñas que viven violencia, abusos sexuales,

Que son expropiadas de sus propios cuerpos, de sus propios territorios sagrados.

Sus almas indefensas no saben dónde ir, gritan, luchan, tratan de defenderse,

pero sus fuerzas son muy limitadas.

Porque su verdugo es más fuerte,

porque su colonizador es más grande,

es un ogro enorme,

pero también ese ogro tiene nombre y apellido, tiene un rostro muy conocido,

Es quizás su tío - tía, su hermano - hermana, por Dios, su progenitor - progenitora, o abuelo – abuela y muchos etcéteras.

Es esa figura que debió protegerla, que debió cuidarla, darle amor fraternal, seguridad, resiliencia.

No, esto no es un poema, es un llanto del alma desgarrada que exige justicia.