#sentipensares2025 LA MANZANA ENVENENADA

LA MANZANA ENVENENADA
LA MANZANA ENVENENADA
LA MANZANA ENVENENADA del plan de Trump y Netanyahu se presenta como un supuesto “plan de paz”, pero en la práctica responde únicamente a los intereses de Estados Unidos e Israel, al tiempo que anula los derechos del pueblo palestino y consolida la ocupación.
Los puntos centrales de este plan incluyen:
1. Renuncia a derechos fundamentales: Los palestinos deben aceptar perder todos sus derechos políticos y humanos y ser anexados bajo la autoridad de Donald J. Trump. Este designaría como administrador de Gaza a Tony Blair, ex primer ministro británico, cuestionado por su papel en la guerra de Irak y señalado por acusaciones de crímenes de guerra.
2. Marginación de la ONU: El papel de Naciones Unidas quedaría reducido únicamente a la distribución de ayuda humanitaria, sin ninguna capacidad política o de supervisión.
3. Ocupación indefinida: Gaza estaría sometida a una nueva fuerza de ocupación integrada por Estados Unidos, Israel y sus aliados, bajo control absoluto de Washington y Tel Aviv durante el tiempo que estos lo determinen.
4. Partición definitiva de Palestina: Se legalizaría la separación total de Gaza respecto de Cisjordania y Jerusalén Oriental, permitiendo que Israel continúe su política de colonización y limpieza étnica sin restricciones.
5. Intercambio desigual de prisioneros: Se contempla la liberación de unos 40 rehenes israelíes a cambio de 1.500 prisioneros palestinos, lo que dejaría a más de 13.500 palestinos todavía retenidos en cárceles israelíes.
6. Prohibición de resistencia: Los palestinos deberían renunciar a su derecho a resistir la ocupación ilegal de sus tierras.
Este esquema no solo contradice abiertamente la resolución de la Corte Internacional de Justicia, que en junio de 2024 ordenó a Israel retirarse de Jerusalén Oriental, Cisjordania y Gaza, sino que además suprime el Derecho Internacional y la obligación de la ONU de hacerlo cumplir.
Además, constituye una burla a la creciente legitimidad internacional del Estado de Palestina. Hasta septiembre de 2025, 146 de los 193 Estados miembros de la ONU reconocen oficialmente a Palestina como Estado soberano, incluidos países europeos como Gran Bretaña, Francia, España, Irlanda, Noruega y, más recientemente, Canadá y Australia. Un reconocimiento que, bajo el plan Trump-Netanyahu, quedaría vacío de contenido, ya que el futuro de Palestina estaría supeditado al consentimiento y control absoluto de Estados Unidos e Israel.
Este plan no es un camino hacia la paz, sino un proyecto de sometimiento que perpetúa la injusticia y prolonga el conflicto.
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