"No está aquí. ¡Ha resucitado!" Hace unos años, el arzobispo de una de las arquidiócesis más rancias de Colombia, escribía en el editorial del periódico arquidiocesano con motivo de la Pascua: " Las pobres desmemoriadas". Una afirmación chocante y machista. Yo refutaba: ¿desmemoriadas? ¿MUJERES que con la terquedad de su fe y la luz de la esperanza, regresan a quitar la losa que tapa el sepulcro de frío y muerte? ¿desmemoriadas? ¿MUJERES, animadas por el recuerdo de su Maestro, que se enfrentan a la dura realidad de la piedra inamovible del patriarcado, buscando alternativas de cómo moverla? ¿Desmemoriadas? ¿MUJERES, tocadas por el Espíritu femenino de la Divinidad, que se lanzan contra toda esperanza a anunciar a los jerarcas miedosos y encerrados, que el Maestro está VIVO? ¿Desmemoriadas? ¿MUJERES que corren a decir a sus hermanos y hermanas, que a Jesús lo verán en la Misión? Gracias a estas "desmemoriadas", hoy cantamos:"¡Alegría y paz hermanas y hermanos, el Señor resucitó! ¡Aleluya!