Desafiaste a la injusticia
Permaneciste a su lado y por ello,
fuiste juzgada y estigmatizada.
Caminaste firme,
miraste el camino con acierto,
sufriste el camino del calvario,
moriste cuando murió el amigo.
María Magdalena
siempre amiga,
porque diste consuelo,
tuviste paciencia,
abrazaste las decisiones,
lloraste el dolor del amigo.
María Magdalena,
gran mujer y amiga,
diversa y disidente,
fiel a la amistad,
persistente a sus sueños.
Tú María,
rompes estructuras
derrumbas esquemas,
transformas mi religión,
cambias mi amor divino.
Y la divinidad se vuelve,
mi camino,
mi verdad,
y mi amistad.