Estar de pie a pesar de los golpes de la vida, mujer indómita que saliste de tu casa
para recorrer senderos nuevos a la misma distancia de Jesús, él celebró tu sabiduría.
María Magdalena te llamas, moras en los senderos del desierto, cada paso tuyo dejó una huella indeleble como tus arrugas,
porque las arrugas duelen, son conocimiento, son amor…
La misoginia andante pretendió quebrar tu andar
el poder papal conspiró contra ti, pero, fue en vano
germinas como azucena reluciente.
Te levantas por tu estirpe,
por la igualdad
por la justicia
por las voces femeninas
por dejar tu herencia.
Magdalena maga,
mujer materia
mujer de vida
mujer vertical.