Por los caminos de la memoria,
ellas andan, paso a paso.
con el corazón ardiendo en llamas,
buscando a sus hijos e hijas.
Con la esperanza integra,
y la fe en su corazón,
ellas no se dan por vencidas,
a pesar del duelo que viven.
Son las madres de la verdad,
las guerreras de la paz,
que luchan por la justicia,
y por la dignidad.
Su valentía es un ejemplo a seguir,
para todos aquellos seres humanos,
que identifican que la esperanza,
siempre vence al dolor.