Oración para una niña especial

“No se entristezca tu corazón… ¿Acaso no estoy yo aquí, que soy tu Madre?”, le dijo la Virgen de Guadalupe al afligido Juan Diego un 12 de diciembre de 1531. Hoy, la familia de [nombre de la niña] hace suyas esas palabras de consuelo y te pedimos humildemente, con todo el corazón, que cubras con tu manto a nuestra amada [nombre de la niña]. Que tu amor y bondad lleguen hasta ella, que nunca se sienta sola. Ayúdala a florecer a su manera única, que sepa que está rodeada de su familia, que la ama y apoya en cada paso de su caminar.

Danos la sabiduría para acompañarla, respetando siempre su dignidad. Dale la fuerza, Señor, para enfrentar los desafíos y la paz para disfrutar de cada día. Que su corazón siempre esté lleno de tu amor, y que encuentre alegría en su mundo especial.

Amén.