Pienso en nosotras, 

En los sobrenombres y nombres 

Que nos ponen para hacernos sentir inferiores

Perra, puta, sucia, pagana, impura, intrusa,

ladrona. 

Pienso: en mi género, en

mi cultura Y condición

social. 

Pienso en nuestros derechos

Como si no tuviéramos

derecho a una vida digna o

un mejor derecho a decidir

sobre nuestros cuerpos. 

Pienso en nuestros cuerpos.

 cuerpos poseídos, marginados, maltratados

denigrados, cuerpos silenciados y mutilados

cuerpos vendidos y prostituidos. 

Y estamos aquí todas 

Excluidas, poseídas, endemoniadas 

Tirando y destrozando todo. Caminando

juntas para ser escuchadas Alzando la

voz. 

Aquí estamos todas perras, 

Todas impuras, todas sucias, 

Indecentizandonos

Comiendo las migajas que

caen debajo de la mesa,

comiendo sobras. 

Aquí está aquella mujer 

Pagana por su religión y Sirofenicia

por nacionalidad 

Con una fe sencilla y segura. 

Replicando con voz firme

Para no ser ignorada que

aun los perros Tienen

derechos. 

Aquí estás como una perra 

Y bien perra emponderada 

Haciéndote presente en las 

Protestas por las desaparecidas, 

En las lucha de las madres 

En busca de sus hijas 

En la lucha de las mujeres Chiapanecas,

las zapatistas Reclamando su tierra. 

Tu lucha, tu voz, tu insistencia hizo

voltear la tortilla en el rostro de aquel

Maestro que está equivocado, Y que

siendo Maestro, Rabino, hombre 

Reconoció su ofensa y sano tus heridas 

Tus palabras han cambiado el Rumbo

de la historia.