#retopascual2024 QUIERO SER TU BETANIA, ENSÉÑAME

QUIERO SER TU BETANIA, ENSÉÑAME
QUIERO SER TU BETANIA, ENSÉÑAME

Seis días antes de la Pascua fue Jesús a Betania, donde estaba Lázaro, el que había estado muerto y a quien había resucitado de los muertos. Y le hicieron allí una cena; Marta servía y Lázaro era uno de los que estaban sentados a la mesa con él.Entonces María tomó una libra de perfume de nardo puro, de mucho precio, y ungió los pies de Jesús y los secó con sus cabellos; y la casa se llenó del olor del perfume. Jn 12,1-3

Señor Jesús, como hombre, viviste la amistad y te confortaste con ella. Marta, María y Lázaro, fueron tus amigos. Cada uno mostró su amistad de tal manera que ibas a Betania y ahí disfrutabas del amor que es su fruto, tanto dándola como recibiéndola. Al fin y al cabo diferentes y únicos, fueron capaces de otorgártela desde su unicidad mientras Tú Señor, te donaste completo en reciprocidad.

Por Lázaro lloraste al saber de su muerte, a Marta le recordaste que el servicio a y por los demás, es fundamental, pero después de recibir tu enseñanza, como María lo hacía.

Cuántas veces te sentiste decepcionado de los que te rodeaban siguiéndote y parecían no entender que las obras sin la enseñanza es nula, pues lleva a la presunción personal. Otras tantas, cansado de predicar la Buena Nueva y pareciera que no te escuchaban, pues hacer las obras de tu Padre estaba obstaculizado por tantos preceptos rígidos que los alejaban del amor maternal/paternal misericordioso  que es. Cuántas veces te sentiste decepcionado por la incomprensión de tus parientes, o aún de tus discípulos. No obstante perseveraste escuchando la guía de tu Madre/Padre del cielo, que te orientaba e indicaba qué o cuál acción realizar, para mostrarnos a todos que en la obediencia se va forjando el camino para el que fuimos creados. Pero que al igual que cualquiera necesitamos la convivencia comunitaria, especialmente la arropada por la amistad, que no solo fortalece sino también engrandece el espíritu humano.

Por eso Señor Jesús quiero que mi ser sea tu Betania, quiero esforzarme en poderte brindar mi amistad, quiero que encuentres en mí, el tipo de acciones que promuevan que cuando me vean, te vean a Ti. Y que te alegres al verlo.

Por eso querido Jesús, enséñame a prepararme para ser tu Betania, en cada día de mi vida. A anhelarte tanto que te extrañe cuando me aleje de Ti. Te pido que tu Espíritu fortalecedor, sea la potencia que me ayude a perseverar para estar a tu lado.

Amado Jesús, enséñame a ser tu amiga, haciendo lo que quieras que haga, con los que no te conocen, con los que viven sin esperanza, con los que necesitan una palabra de consuelo, para que cuando estés en mí, con alegría digas, eres mi Betania.

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