#adviento2023 QUISIERA CREER QUE ES SOLO UN SUEÑO

QUISIERA CREER QUE ES SOLO UN SUEÑO
QUISIERA CREER QUE ES SOLO UN SUEÑO

En sus blancas manos acuna las almas de los niños dilapidados

 Quisiera creer, que estoy navegando en un sueño profundo y por lunas consecutivas y soles enteros, no me es posible despertar. Un mes y más de este letargo infinito y doloroso. 

He tomado un rumbo extraño. He aventado mi existencia, en aguas turbias, violentas y pedregosas. La destrucción y aniquilamiento total de un pueblo inerme se revela ante mis pupilas. Su gente desesperada corre a diestra y siniestra. ¡Aterrador! Seres indefensos, ángeles sobre esa tierra vuelan de manera consecutiva y sin detenerse, a lo alto del sempiterno. 

Los veo ascender llevando consigo, sus alas rotas, la sangre en sus mejillas y su carita de porcelana, cubierta de lodo y esquirlas escupidas sin piedad sobre su pequeña e inocente humanidad, por máquinas infernales, por mentes asesinas. 

¡Es el caos! ¡Apocalipsis de esa humanidad! 

El peso aleve de la torva humanidad cae sobre mis hombros. No obstante, un rayo de sol filtra por mi ventana. Una luz misteriosa se expande y contrae ante la magnificencia del orbe. 

Algo grave sacude el firmamento 

Algo que quema el alma y enmudece la tierra. 

Algo que extermina la vida 

Y quiebra la fuerza del alma. 

Hombres en el poder sacuden sus túnicas, las quieren blancas, las quieren prístinas. Limpian sus manos en bandejas plateadas como si, con ello, lavaran las fibras de su pútrida conciencia. 

El mal sacude los cimientos de la vida que aún respira bajo los escombros. Las madres lloran de impotencia, dolor y miseria. Ante la indolencia que dormita en los corazones muertos. 

La gente huye ante el acto vil del desalmado. Una madre se agita entre alegría y dolor al ver a su pequeño tirado en un hospital. Aún respira. Hay esperanza. Lo abraza, sus manos acarician. El ángel la mira escépticos, el brutal ataque ha borrado de su memoria el rostro de sus progenitores. 

¡Qué horror! ¿No despertar es un infierno? 

Recostada en una cama de hospital. Con esa fibra de mi ser que me sacude quisiera abrazarla y decirle que todo estará bien. No obstante que, el cielo se ha manchado de rojo sangre, de fibras de dolor y lamentos de muerte, aún abriga un hálito de vida bajo las blancas sábanas que la cubren. Lágrimas de tristeza y dolor caen sobre esta tierra árida y rota. Las madres sentimos y entendemos tan flagelación, aun a kilómetros de distancia. 

Una joven mujer, envuelve su cuerpo en una túnica púrpura estrellada, y su cabeza con una kufiya de igual color, deja entrever su inigualable belleza y sus hermosos ojos. Son grandes como una esfera luminosa de un color violáceo. En sus blancas manos acuna las almas de los niños dilapidados, de los niños martirizados. Es bella, de veras que es bellísima esta escena. Gotas de sangre caen sobre la tierra inerte y sobre el hilo de maldad que de desolación y terror ha teñido la esfera terrestre. Siento inquietud al verme salpicada por dichas gotas. Y un dolor intenso ha bifurcado mi alma en esferas luminosas muy diminutas que ipso facto, cubren la verde hojarasca que mis plantas pisan. La garganta se ha secado y una enorme sed me aprisiona. Sutiles ramificaciones de un color rojizo se han desprendido bajo mis pies, y un extraño círculo de rosas blancas, rojas y negras, muy negras se ha tejido en derredor. 

Continua… 

Homenaje al martirizado pueblo palestino. 

Luz Marina Méndez Carrillo/09122023/ Derechos de autora reservados. 

https://www.youtube.com/@luzmarinamendezcarrillo3314 

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