Granada 23 de mayo de 2025.

Querido hermano, Papa León XIV;

En primer lugar bendiciones y todo lo mejor, en su servicio nuevo a nuestra querida Iglesia Universal que le estoy muy agradecida haya aceptado. Rezaré mucho por usted cada día.

Pido al Espíritu Santo le ilumine y fortalezca en los cambios tan profundos que nuestra Iglesia necesita hoy, para ser la Iglesia que sueña Jesús: pobre, sencilla, incluyente, especialmente si es excluido/a, vulnerable.

Qué no haya distinción en absoluto, por ser mujer, religiosa o seglar.

A la Iglesia le falta hoy el pensamiento, la decisión y el testimonio de la mujer, según la vocación de servicio a la que se sienta llamada e invitada por su comunidad.

Es hora ya Santo Padre que ésto sea normalizado en la Iglesia, para que sea la que sueña Jesús.

Comprendo que no le sea fácil, pero con la confianza y fuerza de Jesús, "Señor de lo imposible" (San Carlos de Foucauld), El abre caminos insospechados.

"Las Mujeres en la Iglesia" que trabajamos por la dignidad e igualdad en la misma, le quedaremos eternamente agradecidas.

Con todo el cariño de hermana en Cristo Jesús, un fraternal abrazo.

Aquilina Casado Caro