#sentipensares Reflexión sobre el Evangelio de Mc 8, 27-35
| María Esperanza Córdoba Sosa
Mc 8, 27-35. "¿Quién dice la gente que soy yo?" Respondieron: "Unos, que Juan el Bautista; y otros, Elías; pero otros, uno de los profetas." "Pero ustedes, ¿Quién dicen que soy yo?"
El evangelio de este domingo, nos pone de frente a un desafío constante. Ante este interrogante, nos topamos con las palabras de Pedro que algunos han interpretado como una profesión de fe: "Tú eres el Cristo" (el mesías), pero, a la primera confrontación, estas palabras toman un tinte de frustración.
Ante este cuadro de Jesús con sus discípulos, cerrados a la realidad que les muestra, contemplo otra escena en el capítulo 11 del evangelio según Juan:"Marta dijo a Jesús:"Si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto. Pero aún así, yo sé que puedes pedir a Dios cualquier cosa, y Dios te lo concederá." Jesús le dijo:"Tu hermano resucitará." Marta respondió: "Ya sé que será resucitado en la resurrección de los muertos, en el último día." Le dijo Jesús: "Yo soy la resurrección (y la vida). El que crea en mí, aunque muera, vivirá. El que vive, el que cree en mí, no morirá para siempre. ¿Crees esto?" Ella contestó:"Sí, Señor: Yo creo que Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo." Palabras impregnadas de confianza y esperanza:
Profesión de Fé. Hoy, Jesús nos vuelve a preguntar: ¿Quién dicen que soy yo? ¿Qué dice la teología? ¿Qué dice la liturgia? ¿Qué dicen los tratados de pastoral? ¿Qué dicen los catecismos y manuales de doctrina? ¿Qué dicen los "consagrados" y los ministros del clero? ¿Qué dicen los "sucesores" de Pedro?...Y, quizás, habría muchas respuestas y disertaciones.
Entonces, Jesús de Nazaret nos mira con ternura como a Marta y nos pregunta: ¿Y, ustedes, mujeres, quién dicen que soy yo? Y, muchas, le diríamos con las palabras de confianza y esperanza de Marta: Tú eres el Amigo que da la Vida en aras de la Amistad. Tú eres el Maestro que nos muestras el camino que salva: El Amor, la compasión y el servicio. Tú eres el Hermano que nos invitas a sentarnos a la mesa, fraternal y sororalmente, para celebrar el sacramento de la comida familiar. Tú eres el compañero de camino, que nos animas a caminar tu Reinado denunciando la injusticia raíz de todos los males, que no permite instaurar el Reino de Dios Madre Padre, y anunciado la Buena Noticia de un mundo mejor; del Sumak Kawsay; del Buen Vivir. Profesión de Fé.