Hoy, contemplando el evangelio según Marcos, me encuentro con un hermoso tejido de acciones femeninas: Pensar con anticipación dónde preparar la cena. Ir con el cántaro al pozo a buscar el agua. Recibir en la casa a la visita. Arreglar, ornamentar y disponer la sala del banquete...

Por lo tanto, las mujeres no sólo debieron estar en la cocina preparando y horneando, sino también, sentadas a la mesa compartiendo la comida de familia. Este compartir entre hermanas y hermanos es el Cuerpo y la Vida que se entregan al servicio de los demás...este es el sentido último de la Eucaristía.

El Cuerpo y la Vida... síntesis de fiesta de hoy. Feliz domingo compañeras de búsqueda y camino.