#pascuafeminista2025 Shalom Aleijem

| Martha Eugenia, Mujer Mariposa
Ahí estaba ante ellas nuevamente el Maestro, irreconocible, desfigurado, desfalleciente, casi era una piltrafa humana; no obstante las vio, se acercó y les habló consolándolas.
Jesús se volvió hacia ellas y les dijo: ―Hijas de Jerusalén, no lloren por mí. Lloren más bien por ustedes y por sus hijos. Lc 23,28
Él, Jesús, el Hijo de la Altísima/del Altísimo hasta en esos momentos tan precarios y dolorosos para Él, les hacía partícipes una vez más, del amor de la Madre/Padre celestial, consolándolas pero también previniéndolas.
Porque si en el árbol verde hacen estas cosas, ¿en el seco, qué no se hará? Lc 23,31
En ese encuentro fugaz, con el rostro sangrante, sudoroso, polvoriento, Jesús el guía les daba un último mensaje verbal, que ellas entenderían cuando las emociones bajaran de nivel y razonaran en comunidad sorora.
¿Cómo encontrar el significado profundo del mensaje cuando se ve que todo está perdido? ¿Cómo confiar en las enseñanzas antes recibidas cuando el Maestro es llevado al tormento cruel e ignominioso? ¿Cómo proseguir con lo enseñado, cuando Él morirá pronto? ¿Cómo hacerse escuchar cuando están rodeadas de tanto machismo y de un patriarcado lapidario? ¡Tantos cómos sin responder!
Jesús sabía de todas las trabas por superar, pero antes tenía que superar la más cruenta, a la que Él es llamado a vencer. Sí, a derrotar a la muerte, RESUCITANDO para liberar a toda la raza humana.
Pero en el mensaje dado a la MUJERES en el camino al Calvario, les muestra que confía en ellas, que sabe que aún con todos los esfuerzos que tendrán que hacer y muchos de ellos altamente dolorosos, tienen la fuerza, la entereza, la capacidad por desarrollar. Les da la última enseñanza directa: A pesar del dolor, sigue con ellas, continua comunicándoles lo que tienen qué hacer. Aún algo más terrible, vendrán días en que lloren también por sus hijos. Hoy en día se dice que el dolor más intenso que una madre puede tener es por un hijo. Cuando lo da a luz, casi muere por tanto dolor; cuando lo ve crecer y se da cuenta de los errores, su corazón sufre por el hijo descarriado; en ocasiones cuando lo ve morir, parte de ella muere con el hijo que ya no está. Así es, la madre unida por toda la vida con el hijo. Y he aquí que el Maestro no solo les consuela sino también las previene de lo que pasará, porque cree en ellas.
No obstante, sabe de la fragilidad que todo ser humano posee, y para ello una vez más donándose les da fortaleza a través de su Espíritu, la Ruah divina.
Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él les enseñará todas las cosas, y les recordará todo lo que yo les he dicho. Jn 14:26
Más para esto, cualquier discípulo necesita no solo de sus ganas y acciones por seguir las enseñanzas del Maestro, también requiere de seguir en contacto directo con Él y esto es a través de una acción que también enseñó: la ORACIÓN.
Porque donde dos o tres se reúnen en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos. Mt 18,20.
Así que el mensaje dado a las MUJERES en el camino al Gólgota, es uno de confianza en su capacidad de hacer, es uno de advertencia por el mundo que incluye a los que no quieren aceptar a Cristo Jesús, es uno de fortaleza porque les enseña que aún en los momentos más difíciles, está a su lado. Es uno de lucha por lo que se persigue, es uno de resistencia hasta lograr lo que se necesita; es uno de perseverancia por el anhelo del Maestro, es uno de agradecimiento por el don de la vida otorgado por el Padre, es uno de saberse en la compañía de la Ruah divina que no solo fortalece, sino recuerda la encomienda, la misión.
Así que MUJER que portas la vida, sigue al MAESTRO que en ti ha depositado una misión especial, porque sabe que eres singular.
Shalom Aleijem,
la paz sea con ustedes
Martha Eugenia,
Mujer Mariposa.
