Me aferro constante
A lo que vibra en mi pecho...
A la poca humanidad que resuena todavía con ecos saltarines de esquina a esquina
¡En esta casa que es mi cuerpo!
El rincón de mis más sinceras y extendidas formas de poeta, de versos cortos e historias largas
Me acarician las mejillas la teología y sus encuentros
Me recuerda en sus formas que esta mi tierra huele canto, flor y re encuentro
Que se sabe en esta mi tierra
Hacer Teología desde el cuerpo
Me resuenan ecos en esta tierra santa que es mi cuerpo
Y aunque me cobije la piel la indiferencia
Me encarnan desde los huesos
Me irrumpe la gracia siempre, donde esta la muerte omnipresente
Se tejen huipiles que cobijan mis ecos desde dentro