TE DIRÉ
¡Divinidad, adelante!
te esperaba: Entra en mi casa
me has hecho digno de ti
siéntate en mi mesa
compartamos el pan y el café caliente.
Haré palabra lo más íntimo de mí,
lo que tú ya conoces:
mis sueños
mis raices
mis hojas arrugadas
los poemas que aún no escribo.
Te escucharé:
poblaré mi mente con tu paraíso
tierra posible
donde germina el amor y la justicia .
Me haré ánfora para guardar tus palabras,
y regaré con ella la tierra,
para que tú florezcas.
Llegará la hora de los grillos y las estrellas
mas no habrá pesadillas, ni desvelos.
Divinidad, ya soy digna que entres en mi casa,
mi casa que soy yo
hasta que sea polvo de nuevo.