#AdvientoFeminista2025
Celebramos el Adviento inspiradas por la Ruah
#LectioDivinaFeminista
Escrito por María Magdalena
El perfume de mirra y nardo inunda mis sentidos mientras observo la algarabía en Jerusalén. El gentío agita ramas de olivo y palmas, extendiendo sus mantos a los pies del Mesías que llega montado en un pollino. La brisa trae consigo el eco de "¡Hosanna!" y "¡Bendito el que viene en nombre del Señor!".
Mi corazón se llena de júbilo al ver a Jesús, el Rey de reyes, entrar humildemente a la ciudad. No hay ostentación ni pompa en su entrada, solo la serena majestad de un hombre que viene a entregar su vida por amor.
Un aroma de esperanza:
Recuerdo las palabras de Jesús en la sinagoga de Nazaret: "El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para anunciar buenas nuevas a los pobres. Me ha enviado a proclamar libertad a los cautivos y dar vista a los ciegos, a poner en libertad a los oprimidos y a predicar el año agradable del Señor".
El aroma de la esperanza impregna el aire mientras Jesús avanza por las calles. Sus palabras son bálsamo para los corazones afligidos, promesa de redención para los oprimidos y luz para los que habitan en tinieblas.
Un llamado a la acción:
Como mujer discípula, sé que el Domingo de Ramos no es solo una celebración, sino un llamado a la acción. Es tiempo de despojarnos de las vestiduras viejas del pecado y revestirnos del nuevo hombre, creado a imagen de Dios en justicia y santidad.
Es tiempo de convertirnos en portadoras del perfume de Cristo, derramando amor, misericordia y perdón dondequiera que vayamos. Es tiempo de proclamar con nuestras palabras y acciones la Buena Nueva del Reino de Dios.
Un canto de victoria:
Mientras Jesús se aproxima al templo, las voces se unen en un canto de victoria: "¡Bendito el reino que viene, el reino de nuestro padre David!". Un reino de paz, justicia y amor que se establece en la tierra por medio del sacrificio del Cordero de Dios.
Junto a mis hermanas, entonamos el canto con fervor, con la certeza de que la victoria final es del Señor. La muerte no tendrá la última palabra. La esperanza resucita en la cruz y el aroma de la vida eterna llena el universo.
Que este Domingo de Ramos sea un tiempo de renovación espiritual para todas las mujeres. Que el perfume de Cristo emane de nuestras vidas, testificando del amor y la gracia de nuestro Salvador.
Las mujeres han luchado históricamente por la justicia social, la igualdad y la paz. En Jesús encuentran un modelo de liderazgo compasivo, un defensor de los pobres y marginados, y una fuente de esperanza en un futuro mejor para ellas y sus familias. Su mensaje de amor y perdón resuena con fuerza en los corazones de quienes sufren por la violencia, la pobreza y la discriminación.
Las mujeres han demostrado una gran fortaleza y resiliencia frente a la adversidad. En Jesús encuentran un ejemplo de fortaleza inquebrantable, capaz de superar las dificultades y ofrecer consuelo a los afligidos. Su fe en Dios les da la fuerza para enfrentar los desafíos de la vida diaria y seguir adelante con esperanza.
Las mujeres son profundamente comunitarias. En las celebraciones, encuentran un espacio para compartir su fe, fortalecer sus lazos de amistad y expresar su alegría de forma colectiva. Contemplar a Jesús junto a otras mujeres les permite sentir la fuerza y el apoyo de la comunidad, llenando sus corazones de júbilo y gozo.
En resumen, las mujeres en América Latina encuentran en Jesús una fuente de júbilo que se nutre de la identificación con la figura maternal de María, la esperanza en un futuro mejor, la fortaleza en la adversidad, la alegría de la comunidad y la belleza de la tradición.
Su fe en Jesús les da la fuerza para enfrentar los desafíos de la vida diaria, construir un futuro mejor para ellas y sus familias, y ser agentes de cambio positivo en sus comunidades.
En resumen, las mujeres latinoamericanas abrazan la esperanza a través de su compromiso con la justicia social, la Iglesia, la defensa de la vida, la transmisión de la fe y la oración. Su esperanza es contagiosa y transformadora, inspirando a otras a construir un futuro mejor para América Latina.
Ejemplos en nuestra región:
En resumen, las mujeres latinoamericanas responden al llamado de Jesús de proclamar la Buena Nueva del Reino de Dios de una manera integral, comprometiéndose con la acción social, la evangelización y el testimonio personal. Su respuesta es una expresión de su fe profunda y su compromiso con la construcción de un mundo mejor.
Ni Una Menos: Originado en Argentina, este movimiento ha movilizado a miles de mujeres en Latinoamérica contra la violencia femicida, visibilizando las alarmantes cifras de femicidios y exigiendo medidas contundentes por parte de los gobiernos.
Black Lives Matter: Aunque no es un movimiento exclusivo de mujeres, las mujeres afrodescendientes han tenido un papel fundamental en este movimiento, utilizando las plataformas digitales para denunciar la violencia racial y luchar por la justicia social.
#EleccionesSinViolencia: Esta campaña en México busca prevenir y combatir la violencia política contra las mujeres durante las elecciones, utilizando hashtags y herramientas digitales para visibilizar el problema y promover acciones de prevención.
#NiUnaMenos
#MeToo
#BlackLivesMatter
#ParidadYa
#8M
A ti elevamos nuestras voces hoy, mujeres latinoamericanas, hacedoras de nuevos caminos.
Somos mujeres de fuego y de viento, de tierra y de agua, que llevamos en nuestro vientre la semilla de un nuevo mundo.
Te pedimos que nos inspires con tu aliento creador:
Que enciendas en nosotras la llama de la justicia, Que avives la brisa de la esperanza, Que fecundes la tierra de la igualdad, Que hagas brotar ríos de equidad.
Guía nuestros pasos por los senderos de la transformación:
Que nuestras manos sean instrumentos de cambio, Que nuestras palabras sean semillas de transformación social, Que nuestras acciones sean un reflejo de tu luz.
Danos la fuerza para enfrentar los desafíos que nos esperan:
Que la sabiduría de tu consejo irradie luz, Que la valentía de tu amor nos de fuerza para seguir adelante, Que la certeza de tu presencia nos acompañe.
Espíritu Santo, Ruah divina:
Contigo, construiremos un mundo nuevo donde reine la justicia, la paz y el amor.
Te lo pedimos en el nombre de Jesús, tu hijo, nuestro Señor.
Te invito a dedicar un tiempo a meditar sobre estas preguntas y a buscar respuestas en la oración, en la lectura de la Biblia y en el diálogo con otras mujeres comprometidas.
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