Un alabastro en sus manos

porta esencia de primicias,

aroma de nardos.

El viento mueve sus ropas al entrar

De oído a oído la voz riega la incomodidad de su presencia

pareciera que no está en la lista de invitación

más ella, erguida como flor mañanera

entra con la visa y pasaporte de su maestro,

lo busca.

Lleva una misión: derramar la gratitud y admiración que guarda, con fino presente.

Su actuar provoca gestos agrios de reproche,

pero, luego que Jesús la acoge con ternura en defensa de su entrega.

Hay un giro de escena.

El aroma se ha esparcido como rocío sobre todos,

el ambiente es de complacencia, los rostros se iluminan

al escuchar el reconocimiento de Jesús: mantener como paradigma a su amiga y fiel compañera del camino.

En verdad les digo: dondequiera que se proclame el Evangelio, en todo el mundo, se contará también su gesto y será su gloria. Marcos 14:9

Lilian Haydee Vega Ortiz

Teóloga guatemalteca, escritora, artista visual

Oración:

Que el perfume de la unción de María Magdalena al Maestro sea derramado también hoy,

que las estancias sean llenas de apertura a la participación por iguales y a la valoración de las acciones de las mujeres..

Amén