Una gran pregunta que me lleva a meditar si alguna vez me la había cuestionado.

“Ser mujer”, ¿cuándo?: Ayer, como un sujeto histórico y cultural; hoy, como una persona inmersa en un proceso consciente de dignidad propia y responsabilidades; mañana, como ser de posibilidades y transformación. Mujer como víctima de abusos, inmersa en un mundo patriarcal y materialista, marginada, con privaciones y carencias.  O mujer, como lo definió Frida Kahlo, un ser que posee un sin fin de cualidades que nos distinguen de cualquier otro ser: sinónimo de fortaleza, unidad, comprensión, amor, calidez humana, esfuerzo.[1]

Se plantea una pregunta profunda, con una simple palabra “MUJER”. Profunda, fuerte, imponente, que atesora un conjunto de características y posibilidades, y que asocio directamente con una sabiduría de vida y de amor.

Quisiera rescatar ahora la anécdota de Sojourner Truth, una mujer negra y esclava, en los Estados Unidos de 1851, que en cierta ocasión ofreció un discurso en Akron, Ohio, donde señalaba que los hombres blancos decían que la mujer merecía consideraciones en virtud de su fragilidad femenina. Sin embargo, en ese transgresor discurso, Truth reivindica con total claridad su condición de mujer y también de negra, al señalar las múltiples diferencias que la separaban a ella de aquella a quien los hombres definían como “la mujer”, frágil, dependiente y por supuesto blanca:

“¿No soy yo una mujer? Porque a mí nunca nadie me ha ayudado con nada: nunca me han cedido el lugar, nunca me han ayudado a llevar cosas pesadas, ni a subir a un carruaje. Miren mis brazos: yo he segado y plantado, he recogido los granos y a mí ningún hombre me ha ayudado. Puedo trabajar tanto y comer tanto como un hombre, cuando se puede. He concebido trece hijos y a todos los he visto vendidos en esclavitud y cuánto lloré por ellos mi duelo de madre, nadie, sino Jesús, escuchó mi llanto ¿no soy yo una mujer?” [2]

La mujer del mundo actual debe constituirse en protagonista social de la crítica y transformación de la sociedad y la cultura. Somos un grupo social con voluntad y conciencia propias.  Esa voluntad que se erige sobre la crítica de su propia condición y sobre la reescritura de la historia con necesidades y objetivos nuevos.

Hoy “ser mujer”, significa un sinfín de posibilidades: ser resiliente, un ser que gesta la vida, que confía, que está en comunión con la naturaleza, y que debe mirarse a un espejo todos los días para reconocerse y amarse tal cual es. Un ser independiente, amiga, y madre incondicional, que trabaja sin parar.  Un ser valiente y con mucho talento.

Mtra. Margarita Revesz Flores

margarita.r.aguirre@gmail.com

1. Grijalba, Frida Sofia. https://conecta.tec.mx. 2021

2. Truth, S. (1851). Ain’t I am Woman? The Feminist. Recu­perado el 18 de junio de 2014 de http://www.feminist.com/ resources/artspeech/genwom/sojour.htm. En: Soto Ramírez, Mrybel, “Construcciones de la identidad femenina desde el género y la negritud: una aproximación al análisis de cuatro revistas académicas”, Revista comunicación, Volúmen 23, Año 35, Núm. 2, (diciembre, 2014), 36.

Y, a todas las mujeres víctimas de abusos, que sepan que no están solas, les dedico mis oraciones hoy y siempre.

[1] Grijalba, Frida Sofia. https://conecta.tec.mx. 2021

[2] Truth, S. (1851). Ain’t I am Woman? The Feminist. Recu­perado el 18 de junio de 2014 de http://www.feminist.com/ resources/artspeech/genwom/sojour.htm. En: Soto Ramírez, Mrybel, “Construcciones de la identidad femenina desde el género y la negritud: una aproximación al análisis de cuatro revistas académicas”, Revista comunicación, Volúmen 23, Año 35, Núm. 2, (diciembre, 2014), 36.