En este día de LA VISITACIÓN reclamo el lugar que te corresponde por ser sencillamente MUJER.
Mujer que va al encuentro de otras mujeres para celebrar la vida. La Vida presente en sus compartires sanadores.
María, empiezo a saber de ti cuando eres madre, por esto mi curiosidad por conocerte antes de ser "madre de", "esposa de", "hija de". Cuando eras sencillamente María.
Me han hablado de tu grandeza por ser la madre de Jesús, el Hijo de Dios. ¿Y si fuese al revés? Jesús es grande por ser el hijo de María, la Hija de Dios. Porque en ti está la presencia de Dios, de la divinidad.
Una madre consciente de su linaje, de la presencia de Dios en sus antepasados de generación en generación.
Una madre que va creciendo en su conciencia de ser Hija de Diostoda su vida, escuchando las PALABRAS que resuenan en el silencio contemplativo, comprendiendo cómo su presencia lanza al Hijo a darse a conocer en la alegría festiva de una boda, y su fidelidad la mantiene a su lado cuando más la necesita, pues los demás lo abandonan.
María, eres bendita por ser mujer.
- " ¡No tengas miedo, Sión! Yahveh tu Dios está en medio de ti, ¡un poderoso salvador! "El exulta de gozo por ti, te renueva por su amor" es la versión en castellano. Prefiero la expresión "está dentro de ti".
María Pizá Cañellas, HHCC