Somos tierra, agua, aire y fuego,
esencia viva del universo.
Somos antorcha encendida
que ilumina el camino trazado.
Somos la espera ardiente
de un nuevo amanecer,
que se gesta en lo escondido
de nuestro ser.
Somos atisbos de luz, inspiración Divina
amantes del silencio
que fecunda nuestra interioridad.
Somos remanso de paz,
que se filtra por la esperanzada
vereda del horizonte.
Somos fuerza alentadora
que brota del manantial de la vida
embaraza de sueños y utopía.
Somos las que estamos llamadas a ser,
sembradoras de esperanza
en una humanidad frágil
que se fragua al calor de realidades
carentes respuestas y urgidas de propuestas.
Somos ternura y dureza,
mezcla de polos opuestos
Y de luchas inconclusas
que reclaman solución.
Somos vitalidad escondida y
desvelada en la cotidianidad,
donde nos llamas a hacer sinergia y
cocreadoras de entornos
de vida saludable.
Somos buscadoras de la Verdad,
tejedoras de sueños
y practicantes en el arte de amar.