Análisis e hipótesis sobre un comportamiento de Pedro Sánchez








El análisis directo de los temas políticos no es a lo que más presto atención en estos comentarios "tras mi vidriera". Pero en una reacción del Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, he reparado algo que me parece requiere atención. No he visto el tema muy resaltado en los medios, y por eso hago este breve comentario.

REACCIÓN ANTE LAS ALECCIONES ANDALUZAS
Me refiero a la reacción del Presidente al resultado de las elecciones en Andalucía, con la irrupción de VOX que dejaba la pelota en el tejado del PP y de Ciudadanos y hacía del todo insuficiente el triunfo numérico de Susana Díaz y del PSOE.

Ante estos hechos, algunos aventuraron que Pedro Sánchez convocaría de inmediato las elecciones generales, para entremezclar de algún modos ambos procesos electorales e intentar lograr evitar el triunfo de la derecha. Pero las cosas no discurrieron de este modo. Pedro Sánchez, que oí había seguido muy cercanamente todo el proceso de los resultados de las elecciones desde Ferraz con los miembros andaluces de su Consejo de Ministros, se sacó de la manga sobre la marcha una solución del todo distinta.

La solución fue anunciar la presentación de los presupuestos de la nación en el próximo mes de enero, con o sin apoyo de los restantes partidos para aprobarlos en el Parlamento. Esto lo hacía yendo en contra de lo que anteriormente había mantenido, pues decía que, mientras no hubiese suficiente mayoría para aprobarlos, no quería "marear" y entretener inútilmente al Parlamento.

¿QUÉ LE HIZO CAMBIAR DE PARECER?
¿Cuál es la hipótesis que explique la nueva solución adoptada? El drástico cambio de opinión del PSOE puede responder, en primer lugar, al autoproclamado convencimiento de que los independistas, ante la irrupción clamorosa de la derecha, podrían cambiar su opinión y decidirse a apoyar los presupuestos para evitar males mayores. Esto es lo que más se ha aireado para justificar el cambio de opinión realizado.

Pero puede haber también una motivación más profunda. Caer en la cuenta de que el tradicional voto del PSOE ha votado otras alternativas, o se ha abstenido de ir a votar, por no estar de acuerdo con que Pedro Sanchez se haya apoyado y se quiera seguir apoyando en el voto de los independentistas, que están situados más al margen de la Constitución que los presentados airadamente como fascistas de VOX. Tal vez ésta no sea una segunda razón, sino incluso una primera y más importante motivación, para explicar el radical cambio de opinión del PSOE.

HABILIDOSO PROCEDIMIENTO
Con todo, la solución adoptada es habilidosa porque puede salir ganando el PSOE por los dos caminos, tanto si los independentistas cambian de opinión como si siguen en sus trece.

Si los independentistas cambian de opinión y se deciden votar a favor de los presupuestos, se habría conseguido lo que se había estado intentando desde el principio, conseguir unos presupuestos más a su gusto y proseguir en el poder hasta el final de la legislatura. En este sentido les habría venido bien la carambola de Andalucía.

Pero si no cambian de opinión y mantienen su negativa a aprobar los presupuestos, el PSOE habría podido conseguir lo que, después del fracaso en las elecciones andaluzas ahora le interesa, demostrar que no existe ningún convenio formal con los independistas y que el PSOE mantiene íntegras sus opiniones frente a ellos. Esta demostración les vendría muy bien, tanto para celebrar elecciones de inmediato como para aguantar un poco más el plazo para convocarlas.


¿VOLUNTAD DE ENTENDIMIENTO?
En otro tema también muy vidrioso, las relaciones con la Iglesia católica en torno a la enseñanza, también ha movido pieza el PSOE intentando un acuerdo. Sobre los asuntos más difíciles de conciliar, los conciertos y la forma de mantener la clase de religión en la escuela, ha habido reuniones entre los representantes de la Iglesia y del Gobierno. Al menos en apariencia, se han querido guardar las formas.

En ambos temas, Andalucía y la relación con la Iglesia, ¿ha habido voluntad de entendimiento o sólo habilidosas maneras de sacar la suya adelante? Tal vez no haya que buscar el enfrentamiento entre ambas posturas. A lo mejor se puede encontrar un buen camino de en medio. ¡Ojalá!
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