Visitas

El corazón no necesita mascarilla

Desde el mes de Marzo tengo la casa llena de visitas que han llegado por su cuenta y sin avisar. El sofá de la sala  está ocupado por Dña. Incertidumbre y Dña. Perplejidad que se quitan  la palabra la una a la otra; en el pasillo discuten D. Estupor  y Dña. Preocupación, estorbando el paso de la Srta. Intranquilidad que se ha traído a su perro Tristón; en la cocina, Dña. Aprensión prepara una tila a D. Agobio… Al irse acercando el Adviento las noto  mucho más nerviosas y su murmullo qué-pena-qué-tristeza-qué- lástima-de-navidades, va subiendo de tono. Decido intervenir y las reúno a todas en el descansillo de la escalera para leerles estas palabras de La penúltima bondad de Josep Mª Esquirol: “Todo se perderá, pero casi seguro que el grosor invisible de un acto de generosidad supera al del manto de la Tierra. Todo se perderá, pero hay más «realidad» en un encuentro amistoso y franco que el rascacielos más alto del mundo. Todo se perderá, pero de algún modo cuenta más que una persona ayude a otro que mil galaxias desaparezcan del firmamento”.

El efecto es inmediato y escapan como sabandijas algunos de esos okupantes indeseables. A los que deciden quedarse,  los veo pararse a pensar y escucho sus conversaciones: - “-Pues es verdad,  se han perdido muchas cosas (vidas sobre todo…), pero ya se nos están ocurriendo gestos de generosidad que superan el grosor del manto de la tierra. Otras reconocen: “-Tiene razón en eso que dice: el corazón no necesita mascarilla y tenemos que ponernos manos a la obra para inventar encuentros amistosos y francos altos como rascacielos”. “-No había caído en la cuenta, pero sí que me vienen a la memoria rostros y nombres de gente que, a lo largo de este tiempo difícil, están generando ideas para ayudar a otros y eso sí que ilumina como milgalaxias en el firmamento”.

Creo que por ahora no voy a necesitar ir a la Plaza Mayor a comprar figuritas: si consigo que se vayan situando en el nacimiento algunas nuevas tipo  “pastorcillo Animoso”,  “lavandera Esperancita”, “rey  Bienhechor” o  “zagala Hospitalaria”…, este año voy a ganar el concurso de belenes.

 21RS, Diciembre 2020

Volver arriba