Parece una contradicción, pero no lo es. Ese es el tiempo, nuestro tiempo.

Si alguien nos pidiese definirlo, ¿sabríamos hacerlo? Si buscamos en la Real Academia Española (RAE), nos lo define así: “Magnitud física que permite ordenar la secuencia de los sucesos, estableciendo un pasado, un presente y un futuro”

Está claro que cuando oímos hablar de la palabra “tiempo” sabemos lo que es, pero ¿seriamos capaces de comprenderlo desde el pensamiento y luego expresarlo?, ¿Cómo lo explicaríamos?... el tiempo es abstracto, como el aire que respiramos, o el viento. Está ahí, es, pero no podemos darle forma…

Lo que tenemos claro es que para que exista el tiempo, tienen que suceder cosas. Tiene que haber vida, acontecimientos. Tenemos que ser capaces de contar algo, algo que nos ha sucedido, o que nos está sucediendo en este mismo instante. El pasado ya no es tiempo, porque ya pasó, y el futuro tampoco, porque aún no ha llegado, por lo tanto, solo tenemos el presente, el ahora, el “ya”… pensad que cuando termine de escribir este compartir, ya será pasado, no es presente, porque pasó… sin embargo, creo que vivimos un presente que la mayoría de las veces desaprovechamos inútilmente porque hacemos más hincapié en lo que pasó o en lo que pasará, si es que pasa… Tod@s habéis presenciado, si no habéis  sido protagonistas, de ir a un sitio y en lugar de aprovechar y disfrutar lo que estamos viendo o sintiendo, lo primero que hacemos es la foto, o el video. Nos preocupamos más de inmortalizar el momento que de vivirlo y sentirlo directamente…

Creo que nos estamos perdiendo la vida, nos perdemos ¡VIVIR! Aprendamos a vivir con lo que eso significa. A disfrutar, a valorar el ahora, porque el presente son solo segundos, en breve pasa a formar parte del pasado. Hace 10 minutos, media hora, un día, un mes… es un chasquido, ya pasó… así de rápido.

San Agustín decía que si fuera siempre presente, ya no sería tiempo, porque se llamaría eternidad… Ante esto, ¿Cuál sería tu definición de tiempo?