Bendito tiempo…

Bendito tiempo…
Bendito tiempo…

Hasta hace apenas unos meses vivíamos casi sin vivir, la vida no nos llegaba… Teníamos tantas cosas que hacer, que no éramos capaces de “perder” un minuto para agradecer el regalo de la vida, pero ésta se paró. No la paramos, ella misma nos obligó a parar. Y empezamos a ver las cosas de manera diferente.

Ahora tengo más tiempo para hacer un recorrido por mi existencia. Recordar a las personas que han pasado por ella, personas que las necesito y me necesitan, que me quieren y las quiero, pero para las que nunca tenía tiempo… el tiempo… No lo podemos comprar, está ahí, pero nos cuesta tanto darnos cuenta… ahora he sido capaz de  descubrir que la vida tiene mucho que decirme, que siempre me ha hablado, pero no he sabido escucharla y empiezo a darle gracias por tanto regalado, cada momento, cada persona, cada detalle… empiezo a saber mirar con ojos diferentes, y aunque vuelva a la cotidianidad, pero ya nada será igual. Ahora sé mirar desde el agradecimiento, y me doy cuenta, que no soy tan merecedora de tanto como yo pensaba, porque nunca supe pararme. La vida, la naturaleza es sabia, sabe hacerlo. Si tu no lo haces, ella se encarga… la exigencia se vuelve gratitud, entonces descubres todo empieza a ser diferente.

Volver arriba