La mayoría de las veces es así como vamos por la vida. Con los cascos puestos o mirando al móvil…

Caminamos insensibles a lo que sucede a nuestros alrededor. Es preferible meternos dentro de nosotros para no complicarnos la vida…

¿Qué es lo que nos está pasando?, parece que el individualismo cada vez se va afianzando mas. Es como si viviéramos dentro de nuestra propia burbuja, en un mundo que hemos hecho cada uno a nuestra medida, sin querer ver más allá, porque si lo hacemos, puede que lo que veamos u oigamos no nos guste, nos quite tiempo o nos moleste.

Ésta forma de actuar, lo que nos está impidiendo, es percibir las necesidades de nuestros hermanos. “Yo y mis circunstancias” que decía Ortega y Gasset.

Si fuéramos capaces de aprender a mirar y a oír, aceptando lo que nos está tocando vivir, nuestra realidad, nos ayudaría a enfocar nuestras decisiones hacia un presente que nos llene y un futuro que nos pueda enriquecer, pero así somos…

No dejemos de activar nuestros sentidos, sobre todo los del corazón, para ser capaces de percibir las necesidades de los demás y las nuestras propias, porque nos resulta más fácil ponernos una venda e ir con la sonrisa maravillosa a todos los lados, y a si, de esta, evitamos complicaciones.